Al diablo con las instituciones

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Publicado en Opinión

Al diablo con las instituciones

Jueves, 05 Noviembre 2020 00:15 Escrito por 
Carlos Carral Hernández Carlos Carral Hernández La Calumnia con Opinión

No, en esta ocasión no estamos rememorando la denostación que hizo López Obrador de las instituciones en el año 2006, cuando el Tribunal Electoral le dio la ventaja a Felipe Calderón en la elección presidencial de ese año; en esta ocasión nos referimos a un proceso electoral diferente, que se está desarrollando en un país distinto al nuestro, proceso en el que se está dando un fenómeno similar al  que vivimos en México casi en cada proceso electoral, fraude, abuso gubernamental y al final, con razón o sin ella, las instituciones terminan enviándose a la cañería.

Los tiempos que estamos viviendo nos están mostrando muchas cosas, lo primero es que la humanidad lejos de haber evolucionado, ha involucionado de manera dramática, al grado de la estupidización en los aspectos tanto de la vida pública como privada; la otra muy particular, que la democracia liberal está quebrada, ha fracasado.

No importa si se trata de una potencia económica o un país subdesarrollado, perdón en vías de desarrollo (nótese el sarcasmo); en prácticamente todos los escenarios cuando los resultados electorales no favorecen a uno de los actores, las instituciones se pueden ir al carajo, claro, en algunas ocasiones con razón, en otras no tanto, lo cierto es que descalificar el sistema democrático se ha convertido en un negocio prometedor a corto o mediano plazo.

La elección en los Estados Unidos no está tan alejada de escenarios que hemos vivido en el país, a la hora que escribimos esta entrega, el candidato demócrata Joe Biden está a 6 votos en el colegio electoral de convertirse en el próximo presidente de los Estados Unidos de Norteamérica, por su parte y de manera implícita, Donald Trump está enviando al diablo a las instituciones del que se supone es el país más avanzado y desarrollado en todos los sentidos, incluyendo el democrático, argumentando inexplicablemente la realización de un fraude en su contra.

Es más fácil decir que hubo fraude, que decir que un amplio espectro del electorado no está de acuerdo con nuestra propuesta o, peor aún, con nuestro desempeño gubernamental, como en el caso de Trump, quien no ha salido nada beneficiado con las políticas que ha implementado en sus casi cuatro años de mandato.

Aunque a la población le encanta el pan y el circo, tarde o temprano es insostenible un discurso como el de la mafia del poder; el de Trump, aunque diferente, también ha encontrado en los migrantes al enemigo número uno de su país; pero los números no fallan, aunque con una política y un discurso proteccionista, la economía norteamericana está en evidente contracción, no hay empleo y los niveles de delincuencia van en franco aumento, a lo que hay que sumar la molestia de los sectores más liberales que están muy inconformes con la intolerancia sobre prácticamente todas las minorías.

Existen elementos similares en el ambiente político en México y en Estados Unidos, los enemigos, aunque distintos, son perfectamente ubicables por quien los acusan incesantemente; el empleo está en su peor momento y la esperanza de la gente está por los suelos, aunque en nuestro país gobierne el partido que dice ser la esperanza de México, algo que nos dice que el escenario en la elección intermedia puede ser muy similar, el partido en el poder no logrará una mayoría en la cámara de diputados y muchos de los municipios por los que se contenderá en distintas entidades, se ganarán por todos los partidos sin que el electorado haga un voto en un mismo sentido, el voto será como se dice, diferenciado.

En los próximos tres años, el desgaste de la figura de AMLO y su partido será aún mayor; tal vez puedan ganar nuevamente la Presidencia de la República, pero pensar en tener una mayoría en las cámaras alta y baja es poco probable; tal vez sea el momento de reeditar el discurso del fraude electoral, de los enemigos del pueblo y de la necesidad de sacar adelante primero a los que menos tienen.

Aunque en el caso de la elección del país vecino del norte está prácticamente definida, los demócratas y sus simpatizantes no deben cantar victoria, al estilo “House of Cards”, el fraude de parte del equipo de Trump aún se puede dar; este personaje está dispuesto a hacer lo que sea con tal de repetir en la presidencia de ese país, algo que también puede ocurrir en nuestro país en 2024.

 

Delegado Presidente de la Delegación Valle de México del Colegio de Abogados del Estado de México A.C.

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Carlos Carral

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