López: El presidente incómodo de los vecinos del norte

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López: El presidente incómodo de los vecinos del norte

Domingo, 28 Febrero 2021 00:10 Escrito por 
Alfredo Albíter González Alfredo Albíter González Lo bueno, lo malo y lo serio

El pasado martes 23 de febrero mientras que por un lado se llevaba a cabo una importante reunión virtual entre Joe Biden recién electo 46º presidente de los Estados Unidos con Justin Trudeau, Primer Ministro Canadiense, en la que se abordaron temas importantes como la respuesta al COVID-19, el cambio climático y desde luego la relación económica, por el otro lado, el presidente mexicano Andrés López Obrador “jugaba a las canicas” con su similar argentino Alberto Ángel Fernandez.

López invitó a Fernandez para participar como invitado especial en la conmemoración del Bicentenario de la Promulgación del Plan de Iguala y del Día de la Bandera. Es la primer visita de un jefe de Estado extranjero en el marco de conmemoraciones de “2021, Año de la Independencia” organizado por la Comisión Presidencial para la Conmemoración de Hechos y Personajes Históricos de México.

Los eventos conmemorativos a la independencia ya habían sido anunciados por parte del gobierno federal; materialmente todo el año será de festejos, como si no hubiera otras cosas más importantes que atender. El titular del ejecutivo se concentra en echarse confeti en compañía, en esta ocasión, del presidente argentino.

Y como para dejar constancia del pacto de amistad entre López y Fernández, durante la mañanera ambos se prodigaron una cantidad exagerada de elogios. Mientras que los titulares de Estados Unidos y Canadá se comprometieron al trabajo conjunto.

Biden aseguró a Trudeau que “Estados Unidos no tiene ningún amigo más cercano que Canadá”. En tanto el canadiense afirmó al estadounidense que se había echado de menos el liderazgo de su país en los últimos años, ¿algo tendrá que ver el desempeño del expresidente Donald Trump? No hubo referencia al tercer socio, que para ese momento cocinaba en el Congreso una reforma que promete ser incómoda por diferentes motivos.

La pregunta que se hace la prensa conservadora mexicana, desde luego que puede no ser de interés del presidente López Obrador, es: ¿acaso no faltó la presencia de México en esa reunión?

La respuesta es simple para los vecinos del norte, e incierta para los mexicanos. Estados Unidos y Canadá dejaron en claro que no fue necesaria la presencia del tercer socio porque es precisamente el que se ha empeñado en ser incongruente, para los mexicanos deja preocupación.

Ante la necesidad de la reactivación comercial, una vez superado el problema que provocó la aparición de la pandemia, los tres países deben prepararse para tratar de recuperar lo que se perdió durante todo el tiempo que la prioridad fue, y es aún, cuidar la salud de sus ciudadanos.

El inicio de las actividades comerciales de Norte América se ve comprometido, porque mientras que Canadá y EE. UU apresuran el paso para aplicar las vacunas en contra del coronavirus, México se encuentra muy rezagado en ese aspecto, en espera tal vez, de que una vez más sus vecinos le ayuden.

Pero no es sólo eso, se adelanta que habrá una serie de encuentros diplomáticos y legales con motivo de la actitud adoptada por López Obrador que va en contra sentido de los intereses de los otros dos, peor aún, el mandatario mexicano voltea hacia otros países como Argentina o Venezuela.

México se tardó en su tarea al no prepararse adecuadamente ante la llegada de la pandemia, EE.UU. tampoco lo hizo. El expresidente Donald Trump minimizó sus efectos, pero inyectó grandes cantidades de recursos a sus ciudadanos y empresas, por lo que su recuperación se calcula más rápida.

Una de las grandes ventajas que tiene México por encima de otros países y que comparte con Canadá, es la colindancia que tiene con la potencia mundial, eso le ha ayudado durante mucho tiempo para colgarse de la dinámica que le imprime a su economía, por cierto, identificada de este lado como neoliberal. Por lo que no debería sorprender que Moody´s pronosticara un crecimiento del PIB para México del 5.5% para este año.

El T-MEC y las remesas representan una importante esperanza para nuestro país. Pero al día de hoy el presidente de México se ha convertido en el vecino incomodo, y si bien aún sigue siendo socio, las complicaciones de las negociaciones se verán más afectadas por la visión anticuada de López.

Con Canadá ya hubo diferencias por los contratos de los gasoductos que terminó por imponer una renegociación, en la que intervino directamente Manuel Bartlett titular de la CFE, y en la que se pagará más por más años, a pesar de haberse celebrado como un ahorro.

Aún se avecinan otras batallas, que prometen ser más grandes y más complicadas, porque tal parece que López Obrador en lugar de negociar con sus socios, los reta. Lo peor del caso es que en medio quedan los ciudadanos y las empresas.

México se ha destacado en este gobierno por caminar en contra corriente del resto del mundo. Ahora lo hace en busca, según se afirma en la 4t, de devolver la soberanía energética al país con PEMEX y CFE, pero ambas representan más una carga, que un beneficio.

El presidente hace un nuevo intento para lograrlo, enviando una iniciativa preferente al Congreso con la que propone modificaciones a la Ley de la Industria Eléctrica, buscando dar preferencia a la Comisión Federal de Electricidad en el despacho eléctrico.

Sí, México ha pasado de ser “amigou” a vecino incómodo.


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Alfredo Albíter González

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