Faltaban dos días para que venciera el plazo legal, 48 horas para que todo se fuera a volar. De pronto, los diputados antagonistas como por arte de magia se pusieron de acuerdo y todo se aprobó. Hubo felicidad en generalizada.
El senador Higinio Martínez Miranda, que tanto se desgastó hablando en contra del endeudamiento solicitado por el gobernador Alfredo Del Mazo Maza, sale a felicitar a los diputados de su partido, “porque gracias a ellos la deuda planteada originalmente se redujo”.
El gobierno estatal, a través de la Secretaría de Finanzas, reconoció “la responsabilidad financiera y vocación social de la Legislatura”.
En el PRI no cabían de gusto. Los diputados Elías Rescala y Alejandra del Moral celebran “las coincidencias que les hicieron llegar a un acuerdo y respetar las diferencias que hacen posible que las ideas se enriquezcan”.
¿De verdad hubo responsabilidad en los diputados?, ¿verdaderamente hay respeto a las diferencias?
El proyecto de presupuesto fue entregado por el Ejecutivo al Congreso local desde noviembre, conforme a los plazos legales. Los legisladores tardaron más de 60 días, entonces, en revisar, analizar, y dictaminar el documento.
Pero, de esos 60 días, al menos 30 no hicieron nada o simularon no hacer nada de manera pública. Es decir, fueron 30 días de intenso diálogo, pero entre la alta dirigencia de Morena y los muy altos niveles del gobierno, los diputados sólo fueron mudos espectadores.
¿Qué negociaron realmente? Eso nunca lo sabremos los más de 18 millones de mexiquense (17 según el Inegi y el gobierno federal). Bueno sí, nos dejaron saber que, de los 5 mil 500 millones de nueva deuda, al menos 3 mil 700 serán para obras que solicitó el presidente Andrés Manuel López Obrador y otros mil 800 millones para obras estatales.
¿Cuáles obras?, ah, pues quieren construir un Trolebús que vaya de Santa Martha Acatitlá, Ciudad de México, a Chalco, a 18 kilómetros de distancia y que también vaya de Chalco a Tláhuac en la CDMX. También ampliarán el Mexibús de Ciudad Azteca a Ojo de Agua y de Indios Verdes-Tecámac hasta el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles. Es decir, 7 de cada 10 pesos de la nueva deuda irán a proyectos de la Cuarta Transformación.
En el plano estatal, la vía Fresnos que conectará a Cuautitlán con Tultitlán y contribuirá a la conectividad del AIFA. También el bulevar Zinacantepec que conectará la avenida Las Torres con la Calzada del Pacífico y muchas otras que son importantes para el desarrollo de la entidad.
Habrá inversión, esa es una buena noticia, porque detonará la economía regional.
Dicen que debió intervenir el secretario de Gobernación, Adán Augusto López, para destrabar las negociaciones; sí, de la misma manera que intervinieron hace un año la titular de esa área, Olga Sánchez Cordero, y la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum.
Hace un año también se detuvo el diálogo por el empréstito que solicitó el gobierno estatal, del orden de los 13 mil millones de pesos, que al final quedó en un poco más de 8 mil millones.
Entonces, la lógica dice que, si cada año deben intervenir el secretario de Gobernación, el presidente nacional de Morena y otros personajes de la Cuarta Transformación, en diálogo directo con el Gobernador, su secretario general de Gobierno y su secretario de Finanzas para negociar el presupuesto anual, no tiene sentido que le echen este paquete a los legisladores.
Como dijo el diputado Enrique Vargas del Villar, “si hubieran entendido los de Morena, desde diciembre, que el endeudamiento era para proyectos del Presidente, hubiéramos sacado esto con tranquilidad desde hace más de un mes”.
