Ausencia de sentimientos

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Publicado en Opinión

Ausencia de sentimientos

Viernes, 24 Noviembre 2023 01:59 Escrito por 
Mariel Álvarez Sánchez Mariel Álvarez Sánchez Ana Liza en línea

Ausencia de sentimientos.- Algo estamos haciendo mal al educar a nuestros jóvenes, hablo específicamente de quienes cometen actos de crueldad terribles en aras de su diversión.

Apenas supimos de un acto terrible sucedido en una escuela de mecánica denominada CEDVA ubicada en el municipio mexiquense de Texcoco. Dos jóvenes encontraron divertido rociar a uno de sus compañeros con gasolina y al otro le vino la brillante idea de prenderle fuego con su propio encendedor.

Pero ¿Qué nos pasa? Eso no puede ser divertido más que en el planeta de los locos, resentidos, enojados con la vida, ignorados y olvidados por su propia familia. De personas que crecen sin amor, sin principios, sin dirección. ¿En dónde están papás? Atrás de este tipo de reprobables actos hay adultos ausentes, o más bien, no hay adultos,

En este caso, específicamente; ambos jóvenes son apenas mayores de edad, tienen 18 años al igual que Cristian, su víctima, quien sufrió quemaduras de segundo y tercer grado en las piernas y área genital. Aún no se informa si el joven saldrá, no ileso, porque seguramente le quedarán marcas de por vida, pero si funcional en todo su organismo luego de este terrible ataque del que logró salir con vida gracias a una compañera que con su chamarra y tirándolo al piso, logró apagarlo.

Oscar “N” es uno de los dos responsables que ya está tras las rejas y cuyo crimen de adulto, será juzgado como adulto “No es venganza” asegura el padre de Cristian “es justicia”.

No quiero ni pensar la pesadilla que vivieron Cristian y su padre, éste último desesperado por brindar atención médica pronta y expedita para su hijo que moría de dolor. En donde también quedaron expuestas las falsedades de un seguro escolar cuyo límite no puede pasar de los 4 mil pesos, ¡simplemente indignante!

Y ¿qué hay de las autoridades escolares, no existen; y las de la Secretaría de Educación estatal? Pues hasta el momento no tenemos ni un solo señalamiento del titular sobre el aberrante caso; ¿Y los padres de los agresores? Tal vez son huérfanos, eso podría explicar su humor negro, su resentimiento con la vida, su ausencia de sentimientos y su falta de valores. O tal vez apenas tienen tiempo de trabajar para la manutención familiar y no hay tiempo para hablar.

Pues lo que sus padres no les dieron en sus hogares, tendrán que aprenderlo en una cárcel, donde adultos experimentados y más crueles que ellos, les enseñarán la diferencia entre el bien y el mal. Urge que el bullying sea castigado con mano dura, pero urge también que lo identifiquen y lo atiendan en los hogares y en las escuelas, antes de llegar a situaciones como esta, o como la muerte de la adolescente en una escuela secundaria de Teotihuacán, y a cuya agresora, por cierto, le dictaron la terrible sentencia de tres años de cárcel y el pago de menos de medio millón de pesos como reparación del daño.

Yo sé que así lo estipula el Código Penal, sé que no es culpa del juez, pero para una madre a quien le mataron a su hija a golpes, una sentencia como esta es una burla, y sí, se trata del maldito bullying.

¿Qué les pasa a los jóvenes?

Este es uno de muchos casos que se ven en las redes sociales, jóvenes que se graban peleando al grito de “mátalo” con lenguaje soez y vulgar de compañeros encendiendo el odio; muchos de estos casos, de mujeres.

Jóvenes divirtiéndose con retos de golpear a adultos mayores en las calles, o torturar a animalitos; bueno, el colmo, jóvenes golpeando a sus padres y hasta sepultándolos en los patios de sus casas.

¿Qué nos pasa? ¿A dónde vamos? Urge que en los hogares sean eso, hijos; con atención, con límites, con obligaciones y responsabilidades, pero también con amor y responsabilidad mutua. Tenemos que empezar por nuestros hijos antes de juzgar la violencia e intolerancia con que se desenvuelven hoy en día en las calles, las escuelas, los antros y todos los lugares donde se concentran nuestros jóvenes.

No queremos ser los padres de Cristian o Norma Lizbeth (asesinada en Teotihuacán); pero tampoco los de Oscar o Azahara, que en vez de estar en una escuela, está en una prisión para adolescentes. De no tomar cartas en el asunto, vendrán muchos, muchos más.

Esto también debe ser una prioridad para nuestros gobernantes, sean del partido político que sea, ¡Este problema debe detenerse ya!


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Mariel Álvarez Sánchez

Ana Liza en línea