Es Claudia…

DigitalMex - Periodismo Confiable

Publicado en Opinión

Es Claudia…

Miércoles, 16 Octubre 2024 00:07 Escrito por 
Alfredo Albíter González Alfredo Albíter González Lo bueno, lo malo y lo serio

El despliegue de publicidad e inicio de una alevosa campaña por parte del gobierno federal antes de cubrir la mitad del sexenio, al final dio los frutos que tenía que dar. Claudia Sheinbaum siempre fue la candidata de Andrés López Obrador, quien accionó todo el poder con el que contaba para ungir a su elegida como única candidata posible por parte de Morena, pero no quedó todo en eso y el tabasqueño desapareció para permitir una lucha justa y democrática en contra de Xóchitl Gálvez. Esto fue así porque es imposible mencionar al tercero en discordia de Movimiento Ciudadano, pues únicamente fue comparsa, a pesar de que salieron él y su líder nacional a quejarse por los abusos del poder.

“Es Claudia”. Así se desplegó la publicidad desde la engañifa en la que participaron como fariseos Ricardo Monreal, Adán Augusto López, el innombrable Gerardo Fernández Noroña, y el que causa pena ajena: Marcelo Ebrard Casaubon. De ellos, es precisamente Ebrard el que más señalamientos mereció por la chamaqueada que le dieron.

Pero hasta difícil de creer. Parece que el que mejor sabía la jugada y se prestó a ello fue Gerardo Fernández Noroña; quien incluso, se dio el lujo para llamar la atención a los demás aspirantes, señalando que ya sabían a lo que iban. Él, (Noroña) lo sabía, y los demás, ¿no?

Es de apuntar que cuando un político persigue algo no lo dice porque se le sala, es su creencia. López Obrador por ejemplo, siempre tuvo el plan de competir por la presidencia de México, la que buscó afanosamente por todos los medios, aunque negaba esa fijación cuando fue Jefe de Gobierno del Distrito Federal: “denme por muerto” decía el ambicioso tabasqueño.

Ahora, niega que esté enfilando a su hijo Andrés López Beltrán para suceder a Claudia Sheinbaum, ya sea en los tiempos marcados por la ley, o por medio de la revocación de mandato; habrá que recordar que tal figura se coló en la Constitución, y de “no portarse bien Claudia”, caerá en su contra todo el peso de la ira de López, que para esos menesteres se pinta solo.

Hay quienes no quieren dar oído a lo que adelantó el líder moral morenista, pero es verdad, su pecho no es bodega, y expresa todo lo que piensa hacer; por eso, no se debe tomar a la ligera cuando aseguró que a diferencia de Lázaro Cárdenas, él sí blindó su proyecto; llámele régimen, cuarta transformación, dictadura, o como se le quiera nombrar.

Al respecto, resulta irónico que sea el propio López quien exija que se respete a la presidente Sheinbaum, cuando es precisamente él, quien se ha encargado de evidenciar las condiciones en las que la mandataria asume el cargo. Queda en entendido que estará bajo el ojo observador del tabasqueño, que no le permitirá de ninguna manera salirse del guion, y en caso de desobediencia, entonces vendrá el relevo adelantado con la revocación de mandato.

No son pocos los que han insistido en no creer lo que parece exagerado de cumplir por parte de Andrés López Obrador con sus amenazas, pero lo que no quieren aceptar, es que se trata de un ser obstinado, que no le importa hacer lo impensable con tal de conseguir lo que se propone.

Basta poner algunos ejemplos: aseguró que no interrumpiría la construcción del aeropuerto que se construía en Texcoco y le bastaron días para cancelar la obra, incluso antes de asumir el cargo de presidente; muchos pensaron también que se limitaría en la destrucción de instituciones y democracia, y es de las cosas que presume como logros; también aseguró que no intervendría de ninguna manera con las determinaciones del poder judicial, y los acontecimientos ya están contando otra historia; asimismo prometió que no le permitiría al expresidente estadounidense Donald Trump ofender a México, y lo único que balbuceó fue presumir que a él lo respetaba. Eso nunca sucedió. El caso es que ya se debería saber cuáles son los alcances que tiene el hoy expresidente.

Por lo anterior, cuando dice López Obrador que se va a su rancho a descansar es casi imposible de aceptar, son menos los que aún se la creen. Aunque… ¿alejarse de los reflectores? está por verse, eso dependerá de muchos factores, aunado a lo anterior y por más que presuma que su mamotreto que diseñó está blindado, habrá que ver hasta qué punto realmente es verdad.

Es Claudia. Tan solo fue una leyenda que quedará grabada como frase de campaña para lo que muchos aseguran se trata de la continuación del mandato de López, que, independientemente de lo que haga o deje de hacer, la que mostrará la cara al mundo será precisamente Claudia Sheinbaum, aunque siga al pie de la letra las indicaciones de aquél, pero es quien recibirá reclamos o felicitaciones.

Sí. Es Claudia, la que asume el rol de presidente de México, y a menos que tenga otros planes, y no se deje llevar por las indicaciones que le den desde donde quiera que esté el expresidente, cambiará la percepción, para entonces sí, poder presumir que representa a la primera mujer que asume como tal; en poco tiempo, se verá si decide por imponer sello propio, o continuará por siempre con lo que le dejó su mentor.

De por sí las cosas no están como para echarse a la hamaca y permitir que todo fluya. Recibió un desastre de país; enfrentamientos como nunca antes entre ciudadanos; violencia en su máxima expresión; un déficit como no se había visto en muchos años; sin medicamentos; con obras capricho inconclusas; hijos incómodos de su padre político; con una carga pesadísima de corrupción, impunidad y nepotismo… entre muchos otros obsequios.

Con este escenario ¿podrá la presidente desplegar una propuesta propia?, ¿podrá dibujarse un panorama distinto?, en verdad: ¿Es Claudia?

Visto 981 veces
Valora este artículo
(0 votos)
Alfredo Albíter González

Lo bueno, lo malo y lo serio