De una votación que en las últimas décadas realizaban solo 110 personas integrantes del Consejo Universitario, en esta ocasión —gracias a la presión que ejerció la propia comunidad, a partir de los paros y particularmente el movimiento estudiantil— se calcula una votación superior a 27 mil personas, de las casi 110 mil que integran los tres sectores: académico, estudiantil y administrativo.
Esa cifra tan significativa le otorga legitimidad a quien será designada —este jueves— por el Consejo Universitario como la primera Rectora de la institución: la doctora Patricia Zarza Delgado, al haber obtenido 118 de los 213 puntos que se podían recabar en la elección.
En la histórica jornada, que inició a las 9 de la mañana, se registró la preferencia de la comunidad distribuida en planteles de la Escuela Preparatoria, Facultades, Centros Universitarios y Unidades Académicas, así como Centros e Institutos de Investigación y espacios de la Administración Central.
Con la información disponible en las estadísticas de la propia UAEMéx, en el ciclo escolar 2023-2024 la matrícula fue de 96 mil estudiantes de los niveles medio superior, estudios profesionales y avanzados. El 24 % correspondía a Bachillerato Universitario; 71 % a Técnico Superior y Licenciatura; y el 5 % a Estudios avanzados. De ese total, se informó que votó casi el 20 % del estudiantado.
Prácticamente el 56 % de la matrícula se concentra en el Valle de Toluca y los municipios con mayor matrícula, más allá de la zona de la capital mexiquense, son: Atizapán de Zaragoza, Valle de Chalco Solidaridad, Chimalhuacán, Texcoco, Amecameca, Tenancingo, Cuautitlán Izcalli y Ecatepec.
En el caso de sus docentes, son más de 7 mil 600 profesoras y profesores, incluyendo tiempo completo, medio tiempo y asignatura. De ese total, se informó que votó el 54 %, considerando a 250 técnicos académicos que apoyan las actividades de docencia. De la misma manera que en el estudiantado, la mayoría de docentes se concentra en Toluca, debido a la presencia de los campus principales y la concentración de facultades e institutos. Sin embargo, en Centros Universitarios y Unidades Académicas también tiene un peso significativo el personal docente donde sobresalen: Amecameca, Texcoco, Atlacomulco, Ecatepec, Valle de México, Valle de Teotihuacán y Zumpango.
Finalmente, del personal administrativo —que suma más de 4 mil 400 personas que incluyen a empleados de confianza, sindicalizados y directivos— votó el 88 %.
Los tres sectores tuvieron la oportunidad de expresar su preferencia para elegir a quien consideraron el mejor perfil para dirigir la Universidad, de entre las cuatro aspirantes que llegaron a la etapa final.
Este momento inédito ocurrió gracias a la presión que ejerció el movimiento estudiantil que surgió a finales de abril y que empujó de manera tal que logró lo que se conoce como “voto universal”, rompiendo la inercia de que solamente votaban quienes integraban el Consejo Universitario.
Al menos desde 2005 se hablaba de darle el reconocimiento democrático a todos los espacios académicos de la UAEMéx, pero no ocurrió de manera contundente. Sucedió hasta que un grupo de estudiantes hizo un paro que sacudió a la institución y apenas hace unas semanas se concretó el cambio que aprobó —por mayoría— el Consejo Universitario.
Ahora, la doctora Zarza tiene la legitimidad suficiente para emprender una nueva etapa para la Universidad. Luego de que rinda protesta, iniciará los trabajos para recuperar la normalidad que tanto le urge a la Universidad. Por ello, luego de reconocer al resto de las aspirantes en su primer mensaje, afirmó: “Pasado el tiempo de la contienda, será momento de unir esfuerzos para los nuevos tiempos”.
La elección no puede significar un “borrón y cuenta nueva”, porque aún están pendientes por resolver diferentes demandas de la comunidad que se manifestó desde finales de abril y que hicieron evidentes los rezagos en diferentes áreas, además de la necesidad de replantear un modelo de gestión más sensible y eficiente, así como fortalecer la capacidad de operación de los planteles académicos, sobre todo aquellos ubicados fuera del Valle de Toluca.
El arranque de la nueva administración no será sencillo y ello obligará a trabajar a marchas forzadas, pero puede ser el inicio de la transición hacia una verdadera y profunda transformación de la Universidad Autónoma del Estado de México. No será tarea exclusiva de la primera Rectora, sino del compromiso y la voluntad de toda la comunidad. Con ella misma lo afirmó: “Ahora comenzaremos una nueva fase sustentada en el diálogo horizontal y la escucha activa”.
Que sea para bien de la máxima casa de estudios mexiquense.