Dormir bien no es una prioridad para muchos, pero la realidad es que no disfrutar de un sueño restaurador impacta nuestra salud física y emocional. A continuación cuatro simples recomendaciones más allá de las tradicionales para poder conciliar el sueño.
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Existen aceites aromáticos que ayudan a la relajación, muy necesaria para conciliar el sueño, el de lavanda con un aroma suave que invita a descansar es uno de los más populares, también están el de menta y el de manzanilla entre otros.
La intención o intervención paradójica, así le llaman los psicólogos a los métodos paradójicos y poderosos que utilizamos para cambiar la conducta, en este caso la ansiedad relacionada con no poder dormir. La recomendación es simple, mantente despierto, a medida que tratas de quedarte despierto, la ansiedad comienza a disminuir y eventualmente comienzas a caer en los brazos de morfeo.
Una manta o cobija pesada, estas cobijas llenas de bolitas de plástico que las hacen pesadas, imitan la presión de un abrazo, disminuyendo la ansiedad y ayudando así a conciliar el sueño.
La visualización o la meditación es una técnica que ha probado ser eficaz y sencilla, pero que toma cierto entrenamiento, compromiso y constancia. Según The National Sleep Foundation, los adultos necesitamos entre 7 y 9 horas de sueño al día para mantenernos saludables. El no dedicarle la cantidad de horas necesarias al organismo, puede causar efectos negativos como la presión arterial alta o el aumento de peso.
