Entre abogados te veas: ¨Yo no sé quién soy, pero sufro cuando me deforman¨

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Entre abogados te veas: ¨Yo no sé quién soy, pero sufro cuando me deforman¨

Domingo, 03 Marzo 2019 00:08 Escrito por 
Entre abogados te veas: ¨Yo no sé quién soy, pero sufro cuando me deforman¨ Foto: Especial

Witold Gombrowicz nació en 1904 en el seno de una familia acomodada perteneciente a la nobleza menor polaca.

Estudió Derecho en la Universidad de Varsovia desde 1926 hasta 1932, pero poco ejerció la profesión. En realidad fue un novelista y dramaturgo, candidato en vida al premio Nobel de Literatura. 

Su primer cuento se llamó "El bailarín del abogado Kraykowsky", un extraño relato que presagiaba al excéntrico escritor y persona que sería Gombrowicz a lo largo de toda su vida (Witold no sabía bailar y rompió con la abogacía como profesión). El cuento es parte del volumen Bakakaï, traducido por Sergio Pitol y publicado por Tusquets Editores en 1986. Sergio Pitol es otro singular abogado escritor, pero mexicano (se licenció en derecho por la UNAM y fue diplomático en varios de los países del Este de Europa, entre ellos, Polonia).

Algunos días antes del estallido de la II Guerra Mundial Gombrowicz viaja, invitado con una embajada de escritores polacos, a la Argentina. Durante el viaje, Alemania invade repentinamente Polonia y ante los acontecimientos que se producían en Europa, Gombrowicz decidió permanecer en Buenos Aires. Vivió durante 24 años en Argentina, la que consideraba su segunda patria.

En México es poco conocida su vasta y diversa creación, excepto por sus tres obras de teatro...que se resisten, como toda su obra y su persona, a ser etiquetadas.

La primera, ¨Yvonne, Princesa de Borgoña¨, escrita en 1935 en Polonia fue representada en México en junio de 1978.  

La historia nos cuenta sobre la rebelión de un joven inmaduro Príncipe Felipe, heredero del trono, que desafía a sus padres que quieren casarlo para que siente cabeza y en tono de broma les anuncia que va a casarse con Yvonne, una muchacha plebeya y sin ningún atractivo, además muda.

Esta muchacha es un verdadero problema para todos y lo que comienza como una broma, se irá transformando en pesadilla para la realeza, que no tolera la posibilidad de que esa muchacha, realmente forme parte de la familia real. La joven muda es despreciada por la corte, ya que no puede cumplir con el mínimo protocolo, no habla, no reacciona. Yvonne, pasiva e indolente, despierta los remordimientos y los instintos vergonzosos de su entorno, la agresividad y el odio.

Sin embargo, la obra no se presenta como drama, sino que aquí el hilo conductor, es la farsa y el vodevil. Las acciones se desarrollan en un reino imaginario, donde la burla y el grotesco, serán las características principales de la bizarra corte real. Es una parodia shakespeariana que el propio Witold Gombrowicz califica de "comedia". 

La obra es un ejemplo de histrionismo, que muestra la frivolidad y vulgaridad que pueden alcanzar los gobernantes. Su tono de farsa desnuda cómo los que gobiernan, en vez de estar ocupados en temas importantes, se quedan en frivolidades y disfrutando las prebendas, que el poder les otorga. 

Aunque su Yvonne la consideran los historiadores como precursora del teatro del absurdo, Gombrowicz reniega de esa etiqueta y afirma que su teatro es de ideas, sobre todo, de las ideas acerca de la forma y entiende por forma ¨todas nuestras posibilidades de manifestación, como la palabra,los gestos, las decisiones, actos, etc, incluyendo las formas grotescas que surgen en la esfera de lo interhumano y que el ser  humano produce en su interacción con los otros¨. 

En fin, las obras de teatro de Gombrowicz son para reír y reflexionar.

El conflicto del hombre con su forma, ese es su tema principal.

De El Matrimonio, escrita en Argentina en 1946, también representada en México, comentaremos en otra ocasión. Igualmente de Opereta, escrita en 1966 y que de opereta nada tiene salvo el título (fue puesta en escena en México en septiembre de 1978).

Siempre en mutación, rompiendo con las formas, Gombrowicz terminó su existencia en 1969 en Vence, en la Costa Azul de Francia, famosa por ser la cuna y la tumba de famosos artistas, escultores y pintores. 

Nota: Algún día le comentaremos de una singular obra dramática de teatro escrita por dos brillantes mexicanos, Héctor Rodríguez Morales y el fallecido Melchor de los Santos, Errores de cálculo, publicada en 2012 y que hasta donde sé no ha sido aún representada. La obra trata de un Rey y su malhadado Príncipe heredero...cualquier comparación con la realidad mexicana del siglo pasado no es mera coincidencia.


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Javier Ortiz de Montellano

Articulista invitado