La indolencia ante la crisis del desempleo

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La indolencia ante la crisis del desempleo

Domingo, 09 Agosto 2020 00:06 Escrito por 
La indolencia ante la crisis del desempleo Lo bueno, lo malo y lo serio

Mientras que más de 12 millones de mexicanos se han quedado sin empleo y por supuesto, sin ingresos para solventar los gastos básicos de alimentación y sustento de sus hogares, la clase política se prepara para la contienda electoral del próximo año, calificada como la más competida por el total de cargos en disputa.

Y esto se dejará sentir de todas las formas posibles, pues no es poca cosa, representan posiciones políticas muy importantes; entre tanto, ¿a quien importa que la pobreza se elevó al doble de lo que dejó la época neoliberal?, que además de ser satanízala por el actual gobierno, no se le quiere reconocer logro alguno; como el aumento sustancial en empleo, así como por haber depurado la pobreza extrema, y un crecimiento del PIB, mediocre, pero crecimiento al fin, por citar sólo tres ejemplos, ya que se prefiere insistir en un discurso convertido en punta de lanza para repudiar a ese periodo.

La nueva administración encabezada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, ha fallado en todo lo que prometió arreglaría, la arrogancia de crecer al 6 por ciento anual en el PIB quedará como anécdota de otra de las promesas vacías que sueltan los candidatos, para sumarla a la lista de decepciones que se acumulan campaña tras campaña, lo que seguirá sucediendo si los ciudadanos insisten en la idea de pensar que una persona solucionará todos los problemas que le aquejan.

Al grito de ¡viva México! 30 millones de mexicanos, muchos de ellos sin permitirse la menor reflexión, se fueron con todo para dar su voto a los representantes del color marrón sin reserva alguna, que sin embargo, una pequeña reflexión los habría hecho ver que muchos de sus candidatos fueron parte de ese tenebroso pasado que se les vendió como el más corrupto de la historia, y sí, hay mucha verdad en ello, pero siempre podrá superarse.

La mejor defensa que puede hacer un corrupto de su condición, es presumir astucia señalando al de enfrente como único responsable de ese mal, lo que se traduce en: “vean que lo hacen los de enfrente para que no vean lo que hago yo”.

No, la política no cambia, es cíclica, pero el despertar del pueblo no lo es, mientras que la clase política vuelve a tomar posiciones, reinventándose; porque hay que reconocerlo, su transformación es sorprendente, desafortunadamente esa transformación no corre en beneficio del pueblo, no, es en lo personal o de grupo, porque les conviene. Así, cambian de piel, pero debajo siguen siendo los mismos, con todas las mañas aprendidas en su largo recorrido,

Pero al electorado se le vende la idea de ser diferentes, de defender en sentido estricto un proyecto y una oferta filosófica que parte de sus documentos básicos; que a decir verdad, cada una de las expresiones políticas en la letra encierran grandes virtudes, que hablan de orientación ideológica, nacionalismo, libertades, democracia y justicia social, con el propósito de avanzar en desarrollo social, político y económico. Aunque por encima de los buenos propósitos están los que utilizan ese contenido para lograr sus objetivos, a base de engaños cada vez más burdos y cínicos.

¿Cuál ha sido el más grosero modo de realizar proselitismo en el que se apoyan todos ellos?. La compra de votos, que muchos le llaman la compra de voluntades, así es, antes por una despensa con arroz y otras cosas, y sí, frijoles con gorgojo, después; dinero, lo que fue acostumbrando también a la clientela electoral, a exigir cada vez más, porque se dio cuenta que su voto era un negocio.

Por eso, ¿quien tiene más culpa?. Lo peor es que las cosas no mejoran, no hay el supuesto progreso que todos prometen, y hoy mas que nunca, hay más pobres. La clase media amenaza con desaparecer y lo que debería preocupar aún más, es que el nuevo gobierno esta empeñado en arrojarnos a un sistema que no termina por entenderse, ya que es entre socialista, capitalista y conservador, pero el resultado siempre será; “fregar al pueblo”, y por supuesto, serán primero los pobres.

Y sí, serán primero los pobres, independientemente de la connotación romántica que se pretende dar a esta condición, pero lo serán para administrar a conveniencia su pobreza, para que la gente dependa de migajas y que no se dé cuenta que es así, para que sigan creyendo en la benevolencia del gobierno, porque los más socorridos seguirán siendo los de siempre.

Así ha pasado por mucho tiempo, independientemente del partido que se encuentre en el poder. Por cierto, uno de ellos, el otrora poderoso PRI ahora reducido a su mínima expresión, se ha convertido en mercenario, vendiendo su voto en el Congreso al mejor postor, parece que apuesta a no desaparecer como partido, y no es arriesgado pensar que, en efecto, pronto veremos esa mancuerna diabólica de PRI-MOR.

Independientemente de lo anterior, y como si se encontraran viviendo en un mundo paralelo, los ciudadanos, los de verdad, seguirán peleándose; unos acusando y otros defendiendo a quien ni siquiera se preocupa por sus necesidades más elementales, inmersos en una lucha sin cuartel, que no les dejará ningún beneficio.

Lo que sí deberían observar, es que esa clase política busca mantenerse en el poder, sólo que ahora harán tranquilamente proselitismo sin tener que separarse del cargo, para no desgastarse, faltaba más. Pero eso sí, ocupando con descaro el dinero de los impuestos para tal fin.

Así son las grandes diferencias e incongruencias que tenemos que ver en este país, unos; sin alejarse de los beneficios que el cargo les ofrece, con la garantía de que tras el aislamiento social causado por el Covid-19, seguirán conservando su lugar y salario, y otros; los más jodidos, quedarán sin empleo o fuentes de ingresos.

Pero qué importa, todo sea por la democracia.

 


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Alfredo Albíter González

Lo bueno, lo malo y lo serio