Sabia decisión

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Sabia decisión

Viernes, 12 Febrero 2021 00:10 Escrito por 
Lo bueno, lo malo y lo serio Lo bueno, lo malo y lo serio Alfredo Albíter

¿Quién de los medios de comunicación, de los serios y de los que no lo son, así como de la clase política y de la sociedad en general estuvieron hablando del aeropuerto de Santa Lucía en razón de su supuesta inauguración?

Inevitablemente todos o la gran mayoría, porque siempre habrá quien tenga mejores cosas que hacer, dieron cuenta del evento que encabezó el presidente Andrés López Obrador, ya sea a través de la crítica o para resaltar lo que presumió el presidente, que calificó como una sabia decisión.

Vanagloriándose López Obrador de su magna obra, a la que no se cansó de lanzarle elogios, como: “es un fenómeno de la ingeniería civil porque se hace en un tiempo récord y nos ahorramos con el proyecto original de Texcoco 225 mil millones de pesos, es una gran decisión”, sin ofrecer las pruebas de ello, como siempre. Desde luego que debe haber los que coinciden con lo dicho por el presidente, ya sea por miedo, por conveniencia, o por contar con una atención distraída, pero, ¿cuál es el fin de todo este espectáculo?

Es difícil aceptar que el evento que se montó cuidando los detalles de la escenografía y que termina por ridiculizar una acción aparente de festejo, en el que se celebró el inicio de las actividades del aeropuerto, o lo que quiera que haya sido lo que se presentó, sea el motivo de tanto show. Más bien, fue para entretener a todo el mundo, sabiendo el tabasqueño que es dueño de toda la atención y de los reflectores.

La verdadera razón se quiere ocultar, y de verdad no es visible para todos, pero sí para muchos porque ya le van tomando la medida. Sin embargo, gran parte de la prensa tiene que cubrir las actividades del presidente, es su trabajo, cubren la fuente.

El gobierno de López Obrador se monta en realidad en una gran simulación, tras la ineficacia que ha demostrado en temas tan importantes como el de la salud, seguridad, empleo, economía, entre otros, el humilde habitante de Palacio Nacional se levanta todos los días con un solo fin, levantar polvo, montar cortinas de humo o distraer, y para eso es todo un experto.

Sus apariciones mañaneras son utilizadas para sortear los problemas con palabras. Recientemente regresó a la actividad después de haberse enfermado de COVID-19, no está de más resaltar que dada la opacidad con la que se ha manejado la información de ésta, los rumores al respecto se dispararon por diferentes caminos.

Entonces, canalizar toda la atención en un inservible aeropuerto o lo que vaya a resultar de la cosa que mostró el mandatario, para presumir que la actividad económica y social de México en gran medida depende de ese proyecto de la 4t, es un verdadero desperdicio.

El presidente es negado a dar explicaciones de sus actos, y dirige la administración pública desde su perspectiva, la cuál, se aleja estrepitosamente de una realidad que no quiere ver, y lo peor, cuenta con el apoyo incondicional del Congreso, y aparentemente del poder Judicial.

Además, debemos prepararnos porque para este año el Gobierno federal anunció 12 eventos para celebrar el bicentenario de la consumación de la independencia, a partir del 14 de febrero hasta el 30 de septiembre. No es broma, ojalá lo fuera, pero es esa la preocupación del gobierno lopezobradorista, y en eso están trabajando, porque el presidente es muy dado a los festejos y a su aparición en tele y demás medios de comunicación, y por supuesto a las portadas; está enamorado de sí mismo y de lo que cree está haciendo por el bien del país.

Sin embargo, nada ha mejorado en México, las cosas se han puesto peores, la inseguridad va a la alza, y aunque como en los tiempos de López Portillo no se hable tanto del tema, no por eso deja de existir; las masacres se siguen sucediendo una tras otra, no es suficiente la negación.

Hoy además, la atención de los mexicanos se concentra en la obtención de las vacunas para atacar al coronavirus, pero los ciudadanos no obtienen respuestas a sus inquietudes, en cambio, reciben sólo promesas de que un día serán vacunados. Pero no es su única preocupación, superado el problema deberán enfrentarse al desempleo, por lo que se concentran en recuperar algo parecido al que perdieron, los desafortunados claro, o conseguir otro aunque no ganen lo mismo.

No es todo, también habrá que considerarse que el costo de la canasta básica se ha incrementado, así como la gasolina, el gas, y pronto la luz, a pesar de las miles de promesas de que no habría aumentos, o ¿será que aumentarán en términos reales?

Entonces ¿es más importante continuar con las mega obras de la 4t? O ¿los festejos del bicentenario de la revolución? O ¿el circo que se levantó alrededor de Lozoya, Mario Marín, Rosario Robles, Duarte, etcétera, por encima de la pandemia?

Lo patético es que el show del aeropuerto de Santa Lucía mucho se parece al ofrecido con el Tren Maya, con vagones pintarrajeados, sucios y descuidados. ¿Es eso lo que se merecen México y los mexicanos?


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Alfredo Albíter González

Lo bueno, lo malo y lo serio