Habitus y espotización

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Publicado en Opinión

Habitus y espotización

Miércoles, 14 Febrero 2024 00:18 Escrito por 
Ricardo Joya Ricardo Joya La tribu entera

Indagar el habitus de quienes aspiran a ejercer el liderazgo en el campo político sería fundamental para tener elementos que nos permitan “contratarles” (como dice mi amigo y colega, Oscar Glenn) en los Ayuntamientos, las legislaturas locales y federal, así como en la Presidencia de la República.

El habitus, entendido -desde la perspectiva sociológica- como las estructuras sociales en las que se encuentra inmersa la persona, la configuración concreta del campo político que posibilita su acción como líder, así como las estructuras sociales de su formación (Jiménez, 2008) nos permiten saber más y mejor de su personalidad.

En el proceso electoral en el que nos encontramos inmersos –ahora en periodo de intercampaña-, todos los días se divulgan contenidos comunicativos (fotografías, videos, diseños, mensajes, entrevistas, conferencias, entre otros) que tienen como fin: “posicionar” (hacer visibles y recordables) a las personas que aspiran a un cargo de elección popular.

En medios de comunicación tradicionales o en redes socio digitales, quienes desean ocupar una regiduría, presidencia municipal, diputación –local o federal-, senaduría o la misma Presidencia de la República, generan mensajes que buscan hacer “conexión” con el electorado para “convencerles” de que son los mejores perfiles y lograr que voten por ellas y ellos.

Sin embargo, el modelo actual de Comunicación Político Electoral establecido por las instituciones responsables de las elecciones y por las y los legisladores (que surgen de los mismos partidos políticos), es insuficiente y superficial, porque al promover la espotización reduce el conocimiento de quienes contienden por un cargo de elección, a un mensaje de 30 segundos (quizá un poco más dependiendo la plataforma) y una secuencia gráfica pensada desde la mercadotecnia.

Se prevé que durante el actual proceso electoral, la población estaremos expuestos a más de 50 millones de spots en los diferentes canales de televisión y estaciones de radiodifusión.

Apenas se harán –en el caso de la Presidencia de la República- tres debates entre las candidatas y el candidato que buscarán el voto. Y si los formatos son tan acartonados o diseñados para ser sólo espacios de exposición de sus propuestas y no una verdadera confrontación verbal y no verbal, poco abonarán al conocimiento profundo.

Regreso al habitus. ¿Por qué es importante? Porque desde la perspectiva de Pierre Bourdieu –en la visión del constructivismo estructuralista- es necesario conocer dónde se ha formado cada candidata o candidato, tanto en lo personal, familiar, profesional y político, así como el campo político en el que se ha desempeñado. En el habitus se ubican los procesos de socialización y resocialización tanto en la infancia como en la edad adulta de las personas.

Su voz, gestos, movimientos corporales, discursos, prácticas políticas, formas de sentir, formas de percibir y valorar la realidad, permiten tener un mapa más completo de lo que las personas candidatas piensan y sienten, porque a partir de ello tomarán decisiones.

Hace algunos años, uno de los jefes que he tenido en mi carrera, tuvo un acuerdo con un funcionario del gobierno estatal y éste último le cuestionaba (palabras más, palabras menos): ¿para qué tanto dinero a una universidad pública, si ahí solo se forman rijosos y rebeldes?, decía el funcionario. Era natural su visión, porque él se había preparado solo en instituciones privadas de educación, desde su niñez. Ese es un ejemplo del habitus. Afortunadamente mi ex jefe defendió a la universidad y presionó para gestionar los recursos, aunque más adelante pagó el costo político por su “resistencia”.

De ahí la importancia de conocer más a fondo a quienes buscan que los “contratemos” para un cargo de elección, porque la realidad nos ha demostrado que el habitus de las personas, determina –en buena medida- cómo tomarán las decisiones con nuestros recursos y con respecto a nuestras vidas cotidianas. Y tenemos casos claros, de que algunos incluso pueden enloquecer.

Haría nuevamente el llamado a las autoridades electorales: Instituto Nacional Electoral e Instituto Electoral del Estado de México –así como a las futuras legisladoras y legisladores- para que revisen el modelo actual de Comunicación Política Electoral, ya que así, como está ahora, se pone en riesgo la toma de decisiones.

Tal como lo advierte Byung-Chul Han: “La digitalización del mundo en que vivimos avanza inexorable. Somete nuestra percepción, nuestra relación con el mundo y nuestra convivencia a un cambio radical. Nos sentimos aturdidos por el frenesí comunicativo e informativo. El tsunami de información desata fuerzas destructivas (…) la democracia está degenerando en infocracia”.

#TodoComunica

La definición de candidaturas no ha sido sencilla en ningún partido político. El caso de Morena es más complejo, tanto que hasta el secretario general de Gobierno, Horacio Duarte Olivares, ha hecho visible su operación e Higinio Martínez Miranda –a quien identifican como el líder moral del movimiento- insiste en que quien decide es la dirigencia nacional.


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Ricardo Joya

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