¡Ohhhh! Y ahora… ¿quién podrá defendernos?

DigitalMex - Periodismo Confiable

Publicado en Opinión

¡Ohhhh! Y ahora… ¿quién podrá defendernos?

Jueves, 28 Noviembre 2024 00:05 Escrito por 
Juan Carlos Núñez Armas Juan Carlos Núñez Armas Palabras al viento

Como recientemente escribía Enrique Krauze en su artículo Así murió la república, debemos diferenciar entre democracia y república, “la democracia es la tarea política de los ciudadanos; la república es el andamiaje institucional y legal que la hace posible”. Con las reformas al poder Judicial, la desaparición de los órganos autónomos (INAI, CONEVAL, COFECE, IFT, MEJOREDU, CRE y CNH), para mí, la república entra en franca agonía. Todo eso sin contar con violencia que se incrementa, la corrupción que no cede, y la presidenta que depende de las decisiones de su antecesor.

Y respondiendo a nuestra pregunta… no, nuestra defensa no es el Chapulín Colorado y su astucia. La única alternativa que nos queda, son los partidos políticos. Sé que están desprestigiados y que, para muchos de mis lectoras y lectores, en su situación actual, no son santos de nuestra devoción (porque comparto su opinión, no lo duden), pero resulta que son la única alternativa legal que tenemos para acceder al poder. Los que tenemos o los que se puedan crear. Entonces surge la pregunta, ¿cómo deberían ser esos partidos? Vamos a revisar algunas consideraciones de los ponentes del webinar “Diálogo político” organizado por la Fundación Konrad Adenauer Stiftung (KAS).

Sebastián Grundberger, director de KAS, nos llama a la reflexión sobre que el surgimiento de nuevos partidos debe entenderse como oportunidad y, a su vez, como llamado de atención a los partidos políticos existentes. En la democracia, los partidos políticos son la garantía de éxito de ésta en el futuro, por lo que deben comprometerse con los procesos de cambio.

Fernando Doval nos recuerda que cada uno de los partidos representa una parte de la sociedad, solamente en el totalitarismo se pretende que el partido sea único y represente a todos. Deben, por lo mismo, instituirse con principios programáticos y doctrinarios que aporten una visión del mundo y su cultura, una visión del ser humano. El lado negativo es que cada partido enfrenta desafíos presentes en su estructura interna llena de reglas, en sus procesos de elección interna (de dirigentes y candidatos), a veces con una excesiva reglamentación que favorece a los grupos de poder que controlan el padrón de militantes.

Laura Raffo, presidenta de la Comisión Departamental del Partido Nacional en Montevideo (Uruguay), dice que los partidos tienen mucho que aprender del mundo privado. Destaca tres aspectos: 1) foco absoluto en el “cliente”, el ciudadano humanista, mediante encuestas, focus group, investigación de mercado, la meta es encontrar a quien recomienda mis servicios o mi empresa; 2) planificación estratégica, objetivos definidos, una misión institucional con propósitos a cumplir, métrica para avanzar, preguntarse si conectan con la gente si comunican bien, es decir, se requiere una comunicación cercana a votantes y los dirigentes deben atender los problemas internos; 3) rendición de cuentas, cada quien es responsable de sus decisiones, las asume con transparencia y reconoce errores.

Por su parte, Rayssa Moura, secretaria de Liderazgo del PSDB de la Cámara de Diputados de Brasil, nos habla de la importancia de incluir a perfiles jóvenes. Eso sí, distingue entre quienes no les gusta la política porque la consideran sinónimo de corrupción y sólo saben que los políticos los buscan en las elecciones. Y aquellos jóvenes a quienes les gusta la política, pero no encuentran espacios, quieren cambiar el sistema político con el que no están satisfechos, quieren alcanzar un futuro mejor para ellos y su familia con el ejercicio de una buena política.

En su intervención Wilhelm Hofmeister hizo una serie de recomendaciones para que un partido sea exitoso: sus líderes respetan sus principios y procedimientos y se apoyan en políticos experimentados; tienen programas básicos que guían su actuación, sólida organización interna, fuerte presencia en ciudades y pueblos, miembros informados de manera continua y transparente, igualdad de hombres, mujeres y jóvenes; sus miembros participan con libertad en debates permanentes, se aceptan opiniones controvertidas en temas diversos, son plurales y fomentan el debate interno; amplían su alcance con relaciones públicas, basan su financiamiento sólo en fondos legales y, finalmente, mantienen un contacto continuo con organizaciones sociales para conocer sus expectativas y crear ligas firmes con ellos.

Debemos entender algo importante, los partidos políticos son la alternativa que hoy tenemos las y los ciudadanos para defendernos. Quienes apoyan al gobierno y quienes queremos cambiarlo y aspiramos a construir, de nuevo, un país democrático y republicano. Hay que acercarse a ellos porque, sin duda, son tan importantes que no debemos dejarlos en manos de los políticos. Ese ha sido un gran error, hay que reconocerlo.

*El autor es Maestro en Administración Pública y Política Pública por ITESM y Máster en Comunicación y Marketing Político por la UNIR.

https://twitter.com/juancarlosMX17 

https://www.facebook.com/juancarlosMX17

Visto 963 veces
Valora este artículo
(0 votos)
Juan Carlos Núñez

Palabras al viento