Oposición: cambiar o morir
DigitalMex - Periodismo Confiable
Publicado en Opinión

Oposición: cambiar o morir

Jueves, 07 Agosto 2025 00:00 Escrito por 
Palabras al viento Palabras al viento Juan Carlos Núñez

México enfrenta un momento decisivo. Mientras MORENA consolida su poder mediante reformas que debilitan los contrapesos democráticos, la oposición parece enfrentada a elegir entre la irrelevancia o su reinvención. La pregunta no es si habrá competencia electoral en 2027, sino si quedará espacio real para una elección democrática y, por tanto, la alternancia donde toque. Los avances que la pluralidad pudiese tener en 2027 dependerán de la capacidad opositora para aprovechar la que pudiera ser su última oportunidad: demostrar que puede ofrecer algo más que críticas.

Los dirigentes morenistas han anunciado la conformación de sus comités seccionales que defenderán la transformación. Parece que quieren dejar de ser un movimiento y transformarse en un partido plenamente organizado. Este aparente deseo contrasta con la realidad que nos entrega enfrentamientos entre tribus y su preocupación por la elección de 2027 antes que por gobernar de manera responsable. Se parecen más al modelo hegemónico del PRI que conocimos la mayor parte del siglo XX.

La oposición enfrentará a un partido fuerte y bien estructurado, no gracias a sus propios méritos, sino a las dinámicas de centralización del poder y al uso abusivo de recursos públicos. En un contexto así, no es suficiente que la oposición critique la popularidad del gobierno. Es fundamental señalar las deficiencias de gestión y las consecuencias a largo plazo que tendrá en la vida de mexicanas y mexicanos el endeudamiento excesivo, por ejemplo.

El sector privado ha señalado que la enorme debilidad del Estado de derecho afecta la certeza para hacer negocios. También afectan la falta de equilibrio político y la erosión de los contrapesos, elementos de la concentración del poder en el Ejecutivo. Hoy, hacer política tiene un costo económico muy alto y es un privilegio para quienes pueden pagarlo (con recursos lícitos o no). Es cierto que esto es un defecto del sistema político mexicano que hay que cambiar. Pero no hay que sacrificar la representación de la pluralidad para lograrlo.

En el difícil contexto que vivimos, se anuncia una reforma electoral para debilitar más los pilares del sistema electoral que todavía quedan en pie. ¿Cuáles son algunos de sus objetivos? Eliminar la representación proporcional, reducir el financiamiento público de los partidos, modificar el modelo de comunicación política, elección popular para autoridades electorales, centralizar el sistema electoral (eliminar OPLEs y tribunales locales), lograr paridad de género y otros grupos que se consideran minorías (por cuotas).

Frente a este escenario adverso, la oposición debería generar una defensa activa y férrea del pluralismo y los contrapesos, y valorar sus alternativas frente al poder. Por ejemplo, más que denunciar los problemas que generan descontento social (inseguridad o recortes en salud), habría que presentar propuestas concretas, creíbles, viables y diferenciadas, y construir una narrativa que contraste al oficialismo, evitando la confrontación innecesaria. Otro reto fundamental es reconstruir la confianza y legitimidad en la opción política que representan. Transparentar y rendir cuentas desde los gobiernos locales que encabezan, y en el ejercicio de los recursos que tienen asignados, sería una forma de acercarse a las y los ciudadanos.

Ahora bien, la oposición partidista tiene un reto doble. El externo, que ya describí, y el que viene de adentro de sus institutos políticos. Y no la tienen nada fácil. También tienen muchas pugnas internas que superar, renovar sus liderazgos, actualizar sus plataformas e idearios y, por lo pronto, hacer equipo con sus autoridades electas (y, ¿por qué no?, con quienes lo fueron) para presentar proyectos de nación viables.

¿Serán capaces de demostrar que tienen una agenda propia y que sus gobiernos estatales y municipales pueden construir modelos de éxito para atender la tarea de gobernar (en serio)? Cuando la oposición partidista empezó a ganar espacios, en los 80 del siglo pasado, lo hizo aliada con mexicanas y mexicanos convencidos de la necesidad de militar en sus filas y comprometerse con la democracia. Tendrían que permitir la inclusión de nuevos militantes para recibir bocanadas de aire fresco que los impulse en la pelea. ¿Podrán?

Hace 40 años se dio una primera batalla en defensa del federalismo y la descentralización del poder y los recursos públicos. Proteger la capacidad de respuesta local a las necesidades sociales sigue vigente. ¿Será la oposición capaz de darse cuenta y asumir la tarea desde lo local para reconquistar la democracia? Hay quienes consideran que la democracia mexicana murió en 2024; hay quienes pensamos que la erosión de las instituciones es gradual. El tiempo se agota, pero la historia aún no está escrita.

*El autor es Maestro en Administración Pública y Política Pública por el ITESM y Máster en Comunicación y Marketing Político por la UNIR.

https://twitter.com/juancarlosMX17
https://www.facebook.com/juancarlosMX17

Visto 104 veces
Valora este artículo
(0 votos)
Juan Carlos Núñez

Palabras al viento