¡Dictadura consumada!; CSP, en el “País de Maravillas
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¡Dictadura consumada!; CSP, en el “País de Maravillas

Lunes, 08 Septiembre 2025 00:10 Escrito por 
El Socavón El Socavón Carlos García

Sin lugar a dudas, la ambición desmedida por el poder que siempre ha tenido (porque aún no se le ha terminado, ya que continúa girando instrucciones), Andrés Manuel López Obrador rebasa con creces las expectativas que se crean en torno al poder mismo para gobernar a un país que sigue siendo botín de los presidentes en turno por la vileza y crudeza con la que han operado, y deja una dolorosa y honda huella en cualquier jefe de Estado que aspire a gobernar a cualquier nación.

Lamentablemente, López Obrador sufre de resentimiento tanto social como político y personal. Desde que surgió a los medios de comunicación, es increíble que su acendrado odio contra osa contradecirlo lo hace caer en un rencor que lleva consigo siempre, que no supera ni olvida, que refuta y exhibe públicamente las veces que le da la gana, hasta hartarse.

De esta absurda manera siempre se ha conducido el tabasqueño, que si bien es cierto sembró esperanzas en millones de mexicanos que creyeron en él, que era el “mesías” y cambiaría a nuestro vapuleado país, que “barrería las escaleras de arriba hacia abajo” para combatir y acabar con el lastre llamado corrupción, que seríamos una gran potencia y creceríamos al 5 % anual, con la creación de mínimo un millón de empleos, que despojaría de sus fortunas ilícitas a todos los neoliberales corruptos y los encarcelaría para sentar un precedente en la justicia mexicana; que combatiría al crimen organizado (en todas sus modalidades hasta aniquilarlo) para que todos los habitantes de nuestro vapuleado país vivieran en paz, misma que nos han robado todos los grupos criminales.

Lamentablemente, la mitomanía que padece el tabasqueño, su soberbia, su autoritarismo, su prepotencia y su tardío encumbramiento afectaron su egocentrismo, lo fulminaron y no lo dejaron gobernar, debido a que hizo su régimen prácticamente solo, sin oír y mucho menos escuchar a su primer círculo, tomando decisiones unilaterales que fueron minando su fortaleza, la confianza y, por ende, perjudicó y aniquiló el sistema político mexicano.

Es preciso señalar que, de acuerdo con Wikipedia, los términos mitomanía, mentira patológica y pseudología fantástica hacen referencia al trastorno caracterizado por una tendencia compulsiva a mentir. La mitomanía fue descrita por primera vez en la literatura médica en 1898 por Anton Delbrüc, y a pesar de ser un tema controvertido, la mentira patológica se ha definido como una invención inconsciente y demostrable de acontecimientos muy poco probables y fácilmente refutables.

Seis años le bastaron al tabasqueño para acabar con el equilibrio de los Poderes y apoderarse paulatinamente del Legislativo y del Judicial, que emanan del Supremo Poder de la Federación, a los que cooptó cínicamente, dicho por él mismo, así como del despedazamiento y, a la postre, la extinción de las instituciones y de los órganos autónomos, a los que primeramente les vació las arcas y fulminó, ante el asombro, disgusto e indignación de más de 130 millones de mexicanos (incluyendo a sus propios fanáticos, de los cuales millones se decepcionaron y dejaron de creer en él); aunque todavía quedan algunos que siguen diciendo que “ha sido el mejor presidente de México”, realidad que es contraria a lo que vivimos hoy en día y que vemos que, al abrazar Amlo “tiernamente” al crimen organizado, hizo que este creciera indiscriminadamente y se apoderara de más de 28 estados de nuestra república, sin que hasta hoy la presidente —y no presidenta, como desea absurdamente que la llamen—, Claudia Sheinbaum, haya planeado una estrategia para irlo minando paulatinamente y brindarle la confianza necesaria a todos los mexicanos.

Simplemente, las cifras de reclutamiento del crimen organizado son aterradoras. Rafael Prieto Curiel, integrante de la Facultad Complexity Science Hub con sede en Viena, Austria, y asesor del Banco Mundial y de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), afirmó en mayo pasado al periódico El Universal que el crimen organizado recluta más de 185 mil personas, siendo el quinto empleador más fuerte de nuestro país, solamente detrás de Femsa, Walmart, Manpower y América Móvil.

Citó que en nuestro país operan entre 160 y 180 cárteles que reclutan semanalmente alrededor de 350 personas para reemplazar a los criminales abatidos en enfrentamientos o detenidos por agentes de seguridad, por lo que dichos cárteles ingresan a sus filas alrededor de 19 personas anualmente.

Estas cifras son el resultado de un modelo matemático que elaboraron a través de ecuaciones y sistemas dinámicos de datos, y de ahí estimaron más o menos cuántos miembros tienen los cárteles. El Cártel Jalisco Nueva Generación, que es uno de los más grandes de nuestro país y que más miembros recluta, se encuentra entre otros que también reclutan muchas personas, como el Cártel de Sinaloa, La Nueva Familia Michoacana, La Unión Tepito, el Cártel del Noreste, el Cártel Santa Rosa de Lima y Los Ardillos.

El Cártel Jalisco Nueva Generación tiene presencia en 23 estados de la república mexicana, su bastión principal opera en la capital tapatía, Guadalajara; mientras que el Cártel de Sinaloa opera en 14 entidades y en más de 200 municipios.

Los más de 130 millones de mexicanos estamos cada día más cercados por bandas criminales que operan a sus anchas y asientan sus reales en centenas de municipios de más de 28 entidades federativas. Esperemos que el gobierno federal, a través de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, en coordinación con el Ejército Mexicano, la Secretaría de Marina y la Guardia Nacional, inicien operaciones para cercar sus radios de operación y se inicie frontalmente el desmantelamiento del crimen organizado en todas sus modalidades.

Sin lugar a dudas, Andrés Manuel López Obrador pasará a la historia como el peor presidente de la historia de México, al acabar con nuestra incipiente democracia, que tanto esfuerzo y dedicación nos costó a millones de mexicanos que empujamos durante años la creación de nuevas instituciones y organismos autónomos como el IFE y el hoy desprestigiado y deteriorado INE, que estuvo al servicio de Amlo al final de su administración, operándolo la morenista Guadalupe Taddei Zavala, quien junto con otros consejeros electorales ha actuado en contra de los resultados obtenidos tanto en los comicios electorales del 2 de junio de 2024, en los que hubo un fraude descomunal que validaron ella y sus secuaces, así como en los del 1° de junio pasado, en los que se fraguó otro gran fraude electoral desde Palacio Nacional.

Dos comicios manchados por la intromisión del Poder Ejecutivo, que dio la orden para que se solapara y ocultara el fraude cometido en agravio de la democracia mexicana, que ya enterró Amlo, Sheinbaum, Morena y la descarrilada cuarta transformación.

Por su parte, Claudia Sheinbaum Pardo insiste en que con la “reforma del Poder Judicial, que llevó a una inédita elección de jueces, magistrados y ministros de la Corte”, se termina la era del nepotismo, corrupción y privilegios.

Declaración sin sentido, ya que la elección judicial celebrada por el Estado Mexicano el pasado primero de junio estuvo plagada de cinismo, corrupción, mentiras y favoritismo hacia jueces, magistrados y ministros que fueron seleccionados por los Poderes Ejecutivo y Legislativo, a través del famoso dedazo flamígero y de las tramposas tómbolas realizadas en el Senado de la República, además del derroche de recursos por el actual régimen.

Esto dio pie a que siete de los once consejeros electorales del Instituto Nacional Electoral (INE), así como cuatro ministros del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), hayan violado la Constitución y las Leyes Electorales, al no tener la honestidad ni la decencia de anular dicha elección plagada de corrupción, yerros e inconsistencias, a pesar de tener cientos de pruebas que acreditan los mayúsculos fraudes cometidos por el mismo gobierno.

No podemos dejar de lado el evento público del pasado lunes por la noche en la “toma de protesta” de los nueve ministros impuestos por los Poderes Ejecutivo y Legislativo, que no tienen idea de lo que harán más que obedecer a pie juntillas y de hinojos a los citados, porque su bajo perfil e inexperiencia para ocupar dichos cargos, así como el resto de ministros y jueces, no les permitirá desempeñar leal, eficiente, equilibrada, neutral y honestamente su encargo, gracias a la imposición.

La inquilina de Palacio Nacional, Claudia Sheinbaum, asistió el lunes pasado al “magno evento” para demostrarle (ya sentados juntos los tres Poderes: Ejecutivo, Legislativo y el nuevo e ineficaz Judicial, todos de Morena y de la cuarta transformación) a la oposición y a los más de 90 millones de mexicanos que no comulgamos con su manera de pensar ni de gobernar, que la dictadura morenista estaba consumada.

Y que por “primera vez fueron votados los ministros, magistrados y jueces, algo inédito en México”, como lo ha afirmado la misma doctora en ciencias, nada más que no ahonda en dicho tema, al comentar que únicamente sufragó el 13 % de la población el pasado primero de junio y que ¡tres millones de votos fueron anulados! Por los acordeones, las anomalías cometidas por Morena y la cínica y excedida repartición de recursos económicos a los “maiceados” ciudadanos para que le “dieran el triunfo a los candidatos” que nunca conocieron ni conocerán más que a través de la televisión.

Ha insistido la presidente en sus declaraciones de los últimos días, que la corrupción es cosa del pasado, pues fue de los “gobiernos neoliberales”, nada más falso y desafortunado, porque día a día siguen descubriéndose más fraudes de huachicol, que fomentó despiadadamente y cínicamente Andrés Manuel López Obrador, aunados a los desfalcos a organismos gubernamentales y a los excesos de los legisladores morenistas, que han sido exhibidos y cínicamente negados, dando al traste con la “austeridad republicana y la pobreza franciscana”.

¿Qué tal el cinismo desbordado de estos “personajes”, como Andy López Beltrán, el “senador”, todo un barbaján; José Gerardo Rodolfo Fernández Noroña, quien ha demostrado que lo único que sabe hacer son escándalos y ridículos por toda la república mexicana; sin dejar de lado al ahora “secretario” de Educación (¿?) Pública, Mario Delgado Carrillo, quien también ha sido investigado por huachicol; sin olvidar a Ricardo Monreal Ávila, con sus viajes y excesos (ahora por naciones europeas), cuando antes sus viajes eran a los Estados Unidos de Norteamérica. ¿Miedo o precaución? Conste que es pregunta.

Ni en las épocas priistas vimos tanto cinismo que hoy en día se desborda de parte de los morenistas y los cuatroteros, y no cuatroteístas. Al menos en antaño, el presidente de la república tomaba los asuntos en sus manos y hacía dimitir al o los responsables de los fraudes cometidos; más de una docena fueron a prisión.

Actualmente, los miembros del Movimiento de DeGeneración Nacional son defendidos por la misma Sheinbaum Pardo, argumentando frágilmente “que presenten pruebas”, cuando hay videos y facturas al respecto.

CLAUDIA SHEINBAUM, EN “EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS”

La jefa del Ejecutivo, Claudia Sheinbaum Pardo, rindió su Primer Informe de Gobierno el lunes pasado ante 300 invitados que aplaudieron, cual viles paleros, todo, absolutamente todo lo que mencionaba la presidente, aunque tal pareció que se trató del Séptimo del régimen de Andrés Manuel López Obrador, al que alabó durante los más de 60 minutos que habló. Únicamente faltó que el macuspano estuviese sentado a su derecha.

Sheinbaum Pardo “echó las campanas a vuelo” al presentar un panorama a todos los mexicanos de “Claudia en el País de las Maravillas”, en el que todo es miel sobre hojuelas, en donde no hay violencia ni narcotráfico, ni derecho de piso, ni feminicidios, ni secuestros, ni mucho menos inseguridad.

“Vamos bien y vamos a ir mejor”, aseguró Claudia Sheinbaum; además, citó que está en marcha el plan social más ambicioso en la historia de México, que, por supuesto, se trata de seguir maiceando a los habitantes de la república mexicana para que sigan sufragando por Morena y la 4T. Absurdo.

En su perorata dijo que México es el segundo país con menor desigualdad del hemisferio. Por supuesto, se le olvidó que todavía existen más de 50 millones de ciudadanos en pobreza extrema.

De igual manera, resaltó la soberanía en seguridad (¿?), que, por supuesto, no existe, y la recuperación de la energética. Asimismo, señaló que “atrás quedó la oscura noche neoliberal” (palabras textuales del escondidito López Obrador, que sigue dando órdenes desde “La Chingada”, su rancho en Palenque, Chiapas; no piense mal de un servidor, -apreciable lector-, su rancho que “fue una herencia”, como lo afirmó el tabasqueño, que fue una mentira más, sumada a las de millones pronunciadas en su vida).

Como es costumbre en su antecesor, Claudia Sheinbaum siempre oculta la verdad, ya que al desabasto de gasolina le llama “retraso en la distribución de combustible”, porque se están tomando medidas para evitar el huachicol, que, por cierto, sigue vigente, aunque ya atraparon en días pasados al Vicealmirante Manuel Farías, que formó parte del gobierno de López Obrador, por huachicol fiscal, junto con empresarios que están ligados al megadecomiso de 20 millones de litros de hidrocarburos en Tampico, Tamaulipas, en marzo pasado.

Sheinbaum Pardo, en su discurso de adornos, manifestó en el “vamos bien y vamos a ir mejor. Por nuestro pueblo” (comentario absurdo), “por nuestra patria” (¿?), vale la pena dar cada hora, cada minuto y cada aliento de nuestros días.

“Tengan la certeza que no voy a traicionar” (¿a quiénes?), —es pregunta—.

Prosiguió que “con la fuerza de México, nuestro pueblo” —de nueva cuenta recargándose en él— caminaré sin descanso, con rectitud, con valentía y honraré siempre la confianza depositada en mí”, esperemos que cumpla sus palabras.

De igual manera, Claudia Sheinbaum aseguró que bajó el 25 por ciento en homicidios dolosos, aunque nunca dio cifras. En resumidas cuentas, dio un panorama halagüeño, sin problemas delicados como los que tenemos todos los mexicanos en materia de seguridad, de paz, la que nos robó la delincuencia organizada. Pintó a México como el de “Claudia en el País de las Maravillas”.

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Carlos García

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