Por ley, el régimen en el poder busca silenciar la voz de sacerdotes, obispos y pastores en las redes sociales para evitar que, a través de estos medios, se difundan mensajes de odio.
La maniobra, a cargo del diputado morenista Arturo Federico Ávila Anaya, propuso que la Secretaría de Gobernación establezca lineamientos sobre la operación responsable y transparente de contenidos digitales religiosos.
El martes 28 de octubre se publicó en la Gaceta Parlamentaria de la Cámara de Diputados la iniciativa para adicionar un párrafo al artículo 16 de la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público, “en materia de neutralidad de la red digital y prevención de discursos de odio”.
Con esta adición se busca la “preservación del carácter laico del Estado, garantizando que los contenidos religiosos no se utilicen con fines de proselitismo político-partidista ni de discriminación; pluralismo mediático y diversidad cultural que promuevan la participación equitativa de distintas confesiones en un entorno digital incluyente; protección de los derechos digitales, asegurando la transparencia algorítmica, la accesibilidad y la no censura arbitraria; y prevención de discursos de odio mediante mecanismos de supervisión de contenidos en coordinación con la Secretaría de Gobernación y las autoridades en telecomunicaciones”.
A decir de la exposición de motivos, la propuesta radica en “establecer un marco regulatorio moderno que garantice tanto la participación equitativa como el respeto a los derechos humanos y al interés público”.
De acuerdo con el texto de la iniciativa, “la reforma incorpora la Agencia de Transformación Digital y Telecomunicaciones como órgano coordinador, junto con la Secretaría de Gobernación, para establecer lineamientos sobre la operación responsable y transparente de contenidos digitales religiosos, con pleno respeto a la neutralidad de la red, la privacidad y los derechos digitales”.
Sin embargo, a todas luces se busca censurar los mensajes que los diferentes líderes religiosos difunden a través de redes sociales y que puedan incomodar al régimen en turno.
Percibo con preocupación que se construye un andamiaje legal para inhibir la opinión pública que no sea comparsa del sistema. Al tiempo.

