Enfrenta México tremenda encrucijada ante actual era postneoliberal

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Enfrenta México tremenda encrucijada ante actual era postneoliberal

Domingo, 07 Abril 2019 00:08 Escrito por 
Enfrenta México tremenda encrucijada ante actual era postneoliberal Enfrenta México tremenda encrucijada ante actual era postneoliberal

El importante concepto de entrelazamiento cuántico  (quantum entanglement) fue usado por el científico Erwin Schrödinger por primera vez en 1935. Evidentemente, lo de cuántico se refería al concepto de la mecánica cuántica, rama de la física teorizada a principios del siglo 20.

La palabra entrelazamiento no era nueva (usada en inglés desde 1630) pero Schrodinger al usarla en 1935 pensaba que era el concepto más importante de la teoría cuántica. 

Dos años antes ya el economista John Maynard Keynes había utilizado el término entrelazamiento económico (economic entanglement) en su artículo Autosuficiencia Nacional (Yale Review, volumen 22, número 4, junio 1933), en el que abogaba por impulsar la economía nacional mediante entrelazamientos económicos internos y depender menos de los entrelazamientos económicos con el exterior. 

Por aquél tiempo, la Gran Depresión patentemente mostraba entonces como ineficaces los nexos externos para el desarrollo económico nacional debido al estancamiento de la economía, las finanzas y el comercio mundiales.

Escribía entonces Keynes, cuya teoría se aplicaría luego en muchos países, incluido el nuestro, que él simpatizaba ¨con aquellos que minimizaran, antes que maximizaran, el entrelazamiento económico entre las naciones. Las ideas, el conocimiento, la ciencia, la hotelería y los viajes, deben ser internacionales por su naturaleza. Pero -recomendaba- que las mercancías sean elaboradas en el país cuando sea razonable y convenientemente posible y, por sobre todo, que las finanzas sean principalmente nacionales¨. 

Muchos países siguieron sus consejos tras la Segunda Guerra Mundial hasta que el modelo keynesiano empezó a estallar por el excesivo endeudamiento público, provocando el fenómeno de la estanflación (estancamiento y desempleo con elevada inflación y deuda pública) en los años setenta, lo que abrió el paso en los ochenta al ¨neoliberalismo¨ y la globalización económica, especialmente, de las finanzas que a su vez empezaron a fallar, cuyo descalabro más reciente fue en 2008 y a escala global.

Hoy puede verse claramente que la ¨mano invisible de Adam Smith¨ tiembla y el modelo neoliberal está fallando, al igual que lo hizo el modelo keynesiano, solo que de forma más entrelazada por la impuesta globalización, sobre todo, financiera.

Pero no hay un modelo postneoliberal definido para la actualidad y los intentos en Occidente de buscar soluciones económicas desembocan en callejones sin más salida que, prometiendo el futuro, regresar al pasado, ya sea nacionalista populista (dizque de izquierda) o ¨internacional¨ populista (más que nada de ultraderecha, como la anda promoviendo en Europa y otros países Steve Bannon, el ex asesor del Presidente de Estados Unidos).

Una alternativa teórica posible está en gestación, apoyada en  la aplicación de la teoría cuántica de la física al enfoque de las relaciones económicas y que realza la importancia de nuevos entrelazamientos en la economía nacional.

Como lo señala David Orrell en su libro Quantum Economics, The New Science of Money (2018), esta economía cuántica deberá enfocar una nueva ciencia del dinero y proveer una alternativa que esté basada en desarrollos recientes en áreas tales como las ciencias sociales, la teoría de la información y de la complejidad, que radicalmente desafían los supuestos más básicos de cómo funciona la economía y en el futuro puede guiar a recomendaciones concretas para la reforma de la economía.

Los modelos ortodoxos de la economía clásica actualmente utilizados por casi todos, desde los economistas hasta el Banco Central y los que hacen las políticas públicas, están basados en una visión newtoniana mecanística de las interacciones humanas y enfatizan supuestas  ¨cualidades¨ tales como la estabilidad, la racionalidad y la eficiencia. 

La economía cuántica, en cambio, parte de un conjunto diferente de supuestos, que llevan a modelos que aprovechan técnicas desarrolladas para el estudio de sistemas vivos, complejos.

En suma, la cuestión ahora es que aparezca un nuevo teórico de la economía política que logre conjuntar las ventajas de este tipo de recomendaciones, al mismo tiempo que un grupo de nuevos políticos distintos que eviten las consecuencias económicas nocivas de los pasados consejos keynesianos (que resolvieron los problemas que enfrentaba una fase específica del capitalismo pero llevaron al exponencial incremento de la deuda pública), con las ventajas que aporta la globalización (sin caer en los excesos que hacen estallar recurrentemente al modelo neoliberal a escala global).

En fin, la tarea no es fácil pues se trata de intentar componer un mundo que ciertamente está ya muy entrelazado económica y, sobre todo, financieramente, pero que muestra bajos crecimientos y débil creación de empleos para la mayoría de los países, además de amenazas cada vez más frecuentes de quiebras financieras y recesiones.

Y, por si fuera poco, se necesitará que surja un nuevo ser humano que sepa apreciar la ética y los nuevos valores que demandará la nueva economía que exigirá el mundo del futuro, si es que el mundo tiene futuro. Difícil lograrlo, sin duda, pero más difícil será que la humanidad sobreviva en un mundo que no se atreva a cambiar para encontrar nuevas soluciones a los problemas heredados y enfrentar con éxito las cambiantes condiciones de los crecientes entrelazamientos económicos mundiales.

El múltiple reto es corregir un Pasado de progreso desastroso y un Presente desalentadoramente estancado, para que en la encrucijada no tengamos mejor remedio que decir: !Qué bueno que no tenemos definido el Futuro!

(Abril 2019)


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Javier Ortiz de Montellano

Articulista invitado