México enfrentará una crisis económica profunda

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México enfrentará una crisis económica profunda

Miércoles, 01 Abril 2020 00:08 Escrito por 
México enfrentará una crisis económica profunda Lo bueno, lo malo y lo serio

Ante la terquedad que ha mostrado el presidente Andrés Manuel López Obrador para atender de forma adecuada la situación económica que enfrentará el país, y entrando a una etapa crítica de la pandemia del coronavirus, COVID-19, es importante que los titulares de las administraciones estatales y municipales impongan medidas urgentes, tanto sanitarias, como económicas, y se desmarquen de la errónea política dictada desde Palacio Nacional.

Las acciones que en adelante tomen los gobernadores y presidentes municipales, para que, dentro del ámbito de su responsabilidad proyecten acciones destinadas, en primer lugar, a contener el avance vertiginoso de la pandemia, y en segundo lugar, a prepararse para que, llegado el momento se reactive la economía lo más pronto posible, pasaran el escrutinio de los ciudadanos que calificarán las decisiones presentes.

Para que se logre contener el contagio de la pandemia, se debe obedecer a las indicaciones que promueven las autoridades, las que tienen como principal reto, hacer conciencia en la sociedad, y depender de ella, para que se sigan los lineamientos de cuidado y aislamiento, como principal objetivo de contención de la propagación de la enfermedad.

Las acciones que ha estado realizando el titular del ejecutivo federal, conllevan a un constante enfrentamiento y distracción de lo verdaderamente importante, no hay alguna, o son pocas, que puedan presumirse consideradas acertadas ante la emergencia.

La necedad del presidente, de hacer oídos sordos a las recomendaciones del propio subsecretario de salud, Hugo López-Gatell, pone en riesgo a millones de mexicanos que lo escuchan y lo ven como un ejemplo a seguir.

Además; preocupa el tema económico, no sólo por parecer indiferente al llamado que hacen los empresarios del país, sino por negarse a ver lo que otras naciones están haciendo para prepararse ante la crisis que vendrá después.

Ha dicho el mandatario que no habrá forma de rescatar a la iniciativa privada, que ya no es como antes, como si tuvieran la culpa de lo que sucede, y va más allá al señalar que; al contrario, deben pagar impuestos para mantener sus programas sociales, y únicamente promete no subirlos. Parece no darse cuenta que con su actitud está lanzando a millones de mexicanos al desempleo cuando todo regrese a la normalidad, si es que se le puede llamar así.

Su actitud displicente lleva al país, el mismo que le confiaron 30 millones de ciudadanos libres, al abismo; en salud, en lo económico y en lo social. Actúa como si en verdad pensara que es dueño de la nación, como si se tratara de su dinero y no de los contribuyentes, pues se resiste a orientarlo productivamente y prefiere regalarlo, pensando exclusivamente en las próximas elecciones.

Y es que, el tabasqueño se está acostumbrando que, ante los problemas que se le presentan o que él mismo provoca, vienen otros a componerle la plana; así, espera que los hombres del dinero, como lo hicieron con la venta de los boletos del avión, no avión, o que el presidente estadounidense Donald Trump, le ayude, o como se lo ha pedido al pueblo para que el pueblo cure al pueblo, o que los periodistas oficiales lo defiendan, porque la prensa se controla con la prensa, vengan a su rescate, salvando los recursos para sus obras faraónicas, y sus programas clientelares.

La actitud de López Obrador es única en el mundo, ningún otro ha ido tan lejos, porque los que tenían una similar han reculado.

Se espera que el gobierno tome las decisiones adecuadas, aunque para la atención de la pandemia del Covid-19, parece que se dejó pasar mucho tiempo y se está actuando con celeridad de acuerdo a las circunstancias, pero aún existe la esperanza que muy a pesar de los malos ejemplos que ofrece el titular del ejecutivo federal, no lo sea demasiado tarde para la sociedad, que adoptó con responsabilidad y esperanza las medidas observadas en otras partes del orbe, y, como ya parece costumbre, se adelantó a las autoridades, encerrándose en sus hogares mucho antes de la indicación oficial.

Ante la indecisión y sobre todo, contradicción de la autoridad federal, gobernadores y presidentes municipales de diferentes entidades se han desmarcado de manera adecuada del federal, y se han ocupado en prestar atención a las necesidades de sus gobernados, por lo que, al igual que otros, el gobernador del Estado de México, Alfredo del Mazo Maza, ha salido de la oscuridad para hacer frente a la contingencia.

Son pocas las veces que el mandatario estatal se ha plantado de frente ante los mexiquenses, que no sea para repartir tarjetas, ahora lo hizo para anunciar una serie de acciones del gobierno estatal.

En materia económica, Alfredo del Mazo, anunció un decidido apoyo que enmarcó en siete medidas, las que pretenden rescatar a la micro, pequeña, y mediana empresas, así como a productores del campo y familias en pobreza y marginación, con una inversión de 2900 millones de pesos.

¿Es suficiente? No, no lo es, pero sí es un aporte muy importante, sobre todo cuando no hay estímulos de la Federación a través de Hacienda, y aún dentro de los alcances y limitaciones del gobierno estatal, se aprecia interesante la iniciativa, que debe puntualizarse, porque marca distancia con el presidente. Es el momento de hacerlo, ahora que la sociedad se encuentra desorientada y necesita en quien apoyarse.

En estos momentos de incertidumbre, y cuando parece que México enfrentará a la madre de todas las crisis, como resultado de un gobierno que se ha caracterizado por lanzar las peores señales a la sociedad mexicana, a inversionistas nacionales y extranjeros, y no sólo en materia económica, sino en todos los ámbitos, el futuro, hoy más que nunca, parece confuso, a pesar de que los mexicanos han aguantado de todo, aunque esta crisis será larga y profunda, muy profunda.

 

 


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Alfredo Albíter González

Lo bueno, lo malo y lo serio