Yo estoy bien, no se preocupen

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Yo estoy bien, no se preocupen

Miércoles, 03 Febrero 2021 00:08 Escrito por 
Yo estoy bien, no se preocupen Lo bueno, lo malo y lo serio

Ante la noticia que generó gran expectativa en la sociedad mexicana del resultado positivo a COVID-19 por parte del presidente Andrés López Obrador, se generó una impresionante cantidad de rumores a su alrededor, gracias a lo opaco que ha sido el gobierno para informar al respecto.

¿A qué se debe la desorientación informativa?

Jesús Ramirez Cuevas es el vocero oficial de la presidencia; por lo que es entendible que en él recae la obligación de informar, en coordinación con el doctor Hugo López-Gatell, tan cercano al mandatario.

Pero ni uno, ni el otro aclararon el estado real en el que se encontraba López Obrador, porque los “partes médicos” proporcionados en su momento por Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación, y por el propio López-Gatell, no dejaron satisfechos a nadie.

Es decir; hablar de las virtudes que ven en su líder; como el que se encuentra de buen ánimo, que está muy optimista, entre otras, no es la mejor forma, menos médica, como para apaciguar las aguas y dejar a toda la comunidad tranquila.

Por principio, se trata del presidente de México, es una institución, la más importante del país; no es tan sólo la persona sino lo que representa, por eso, no puede aceptarse simple y llanamente que López-Gatell diga que debe respetarse la privacidad de su estado de salud.

Por lo mismo, las aparentes explicaciones que han ofrecido no pueden ser digeridas sin dudar, sobre todo, porque el gobierno actual se ha distinguido por mentir de muchas formas. Entonces; ¿cómo aceptar la simple explicación de un doctor que ha sido todo menos serio? O ¿de la secretaria de Gobernación que ha brillado por su ausencia en el contexto nacional?

De la manera en la que se ha manejado la información desde palacio, y por consiguiente del tema de la pandemia y el de las vacunas; no se podría esperar que todos quedaran satisfechos con lo dicho por López-Gatell y la secretaria de Gobernación, en especial, por manifestar más un culto a la personalidad de su líder que a la seriedad del hecho.

Fue tanta la presión que tuvo que aparecer el propio presidente para atajar los rumores. No se estaba descubriendo algo nuevo; López Obrador es el único que decide qué es lo que debe hacerse y qué es lo que se debe decir, máxime si se trata de su salud.

La aparición del tabasqueño se presentó con un exceso de producción y maquillaje, dejando ver el lujo en el que vive, lo que desorientó a muchos que se concentraron en la frivolidad que presumió, la suntuosidad en la que vive, su abrigo, sus manos, lo oculto que se adivinaba llevaba por debajo del abrigo, etcétera.

Pero no fue suficiente ante una sociedad cada vez más escéptica, porque los rumores continuaron y otros se fortalecieron. Sin embargo, el mandatario tal vez pensó que eso sería suficiente, y de la mano de un conocedor de la producción trató de aparecer como un hombre entero, y en vías de haber vencido a la enfermedad que provoca el Sars-CoV-2.

Lo que hace reflexionar sobre la tragedia que se vive día con día con motivo del Covid-19, por adivinar el trato que recibió el habitante de Palacio Nacional, no se puede alejar la sospecha que fue el mejor, deseando que ese trato o algo parecido, pudieran recibir los cientos de miles de personas que acuden en busca de ayuda a los diferentes hospitales, o por lo menos, evitar el lamentable peregrinar de familiares consiguiendo oxígeno y medicamentos cada vez más escasos.

El presidente quiso salir a dejar claro que él está bien, de buenas, que es optimista y que pronto estará de regreso, con una sentencia de antemano: No hay cambio de estrategia. ¿No? Pero, ¿cuál es la estrategia del gobierno? Bueno, pues esa, no cambiará.

Se han descubierto varias verdades, muchas de ellas ya conocidas, de entre las cuales destacan: las mañaneras no sirven de nada para los mexicanos; nadie puede sustituir al presidente; no existe coordinación en el gabinete; el único que decide qué hacer, es López Obrador.

Lo que también quedó claro es que los adversarios del presidente no son tan mezquinos como los ha dibujado y que bajo esa condición ha convencido a sus seguidores que son. La mayoría, si no es que todos, le desearon una pronta recuperación.

Esto desenmascara una posición muy clara, conocida pero no aceptada por todos, el único que divide a la sociedad es el que se encuentra aún convaleciente, lo hace y lo ha hecho desde siempre. El ejemplo puede descubrirse de la forma más sencilla como ver un tuit o un video en el que se expone el propio tabasqueño con sus dichos y señalamientos en los tiempos de su eterna campaña.

La estrategia, que no es estrategia, como el avión que se rifó, pero sin avión, debe muchas explicaciones, México aparece en el penoso tercer lugar por la cantidad de muertos con motivo del coronavirus, sólo por debajo de Estados Unidos y Brasil, después de haber superado a la India. La enorme diferencia es que esos países cuentan con poblaciones mucho más grandes que la mexicana.

Es tan escandaloso el momento que está pasando México en el contexto internacional que hemos pasado a ser los apestados del mundo (en una entrega del año pasado lo señalé; terminaremos por ser los apestados del mundo), y desgraciadamente así es en la actualidad. Hasta Guatemala y Cuba ya cerraron sus fronteras para los mexicanos.

Sí, parece que el presidente ya va de salida, puede observarse de acuerdo al escenario montado, y aunque faltó la portada de algún periódico para revelar la fecha, al final fue lo de menos. su actuación demostró que está en franca recuperación …

 


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Alfredo Albíter González

Lo bueno, lo malo y lo serio