Claudia Sheinbaum, sin ascendencia mexicana; continúa Amlo con el despedazamiento del país

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Claudia Sheinbaum, sin ascendencia mexicana; continúa Amlo con el despedazamiento del país

Lunes, 16 Octubre 2023 02:02 Escrito por 
Carlos García Carlos García El socavón

Como era de esperarse, con los diputados federales serviles de Morena, del PT y del PVEM, que son incapaces de quitarle una simple coma a las iniciativas de Andrés Manuel López Obrador, el martes pasado despedazaron a la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el tercer poder de la Unión, al recortarle 13 de los 14 fideicomisos que suman 15 mil 450 millones de pesos que, por supuesto, el tabasqueño dispondrá a su arbitrio, como si fuese el dueño de las centenas de miles de millones de pesos vía impuestos que aportamos los más de 128 millones de mexicanos y de nuestro cada día más vapuleado país.

Con este duro golpe, continúa el despedazamiento de las instituciones por parte del inquilino de Palacio, que sigue buscando a toda costa deshacerse de todos aquellos que no se someten a sus caprichos ni a su dictadura rapaz, misma que pone en entredicho la separación de los Poderes de la Unión que ha costado decenas de años en construir, pero que Amlo, se ha empecinado en pulverizar.

Lamentablemente, el despedazamiento de la Suprema Corte de la Nación, cuya presidente Norma Piña Hernández, se debe a que le arrebató la silla a principios del año en curso a la incondicional ministra plagiaria Yasmín Esquivel Mossa, (posición propuesta por Amlo para ser la presidenta), que en 1987 hurtó la tesis con la que se tituló en la licenciatura en 1987 por la UNAM de la FES Aragón y que en 2009 repitió la misma dosis de plagio para obtener el grado de doctora en Derecho por la Universidad Anáhuac.

Yasmín Esquivel, que al igual que los legisladores morenistas, petistas y verdes, le aprueban todo a su jefe y superior, sin chistar nada e incapaces de quitar una coma o el polvo a cualquier foja de las iniciativas enviadas por el rey López Obrador.

Fue la Comisión de Presupuesto de la Cámara de Diputados la que aprobó con 31 votos a favor y 21 en contra, el dictamen que desapareció 13 de los 14 fideicomisos existentes en la Suprema Corte de Justicia de la Nación y del Consejo de la Judicatura, así como del Tribunal Electoral, que sumaban 21 mil 55 millones de pesos, al segundo semestre de este año.

Los diputados federales Salomón Chertorivski de Movimiento Ciudadano y de Miguel Ángel Torres, de la Revolución Democrática, señalaron que la Comisión de Presupuesto no era la instancia adecuada para decidir sobre la organización del Poder Judicial y que dicho tema se enfilaba a ser declarado ilegal por la Suprema Corte.

Esta nefasta iniciativa tuvo que ser revisada también por la Comisiones de Gobernación y Justicia que son encabezadas por el PRI y el PAN, respectivamente, lo que haría improcedente su aval y discusión en el pleno.

El pasado miércoles la ministra presidente Norma Piña, le dio oportuna respuesta a la 4t: “la extinción de los fideicomisos SÍ afecta los derechos laborales; también limita la operatividad del Poder Judicial Federal. Explicó que la administración de los fideicomisos sí es transparente, asimismo, que los fideicomisos NO son para el pago de prestaciones de ministras y ministros”.

Pero como es su costumbre el inquilino de Palacio, aseguró (sin saber) que el recorte no va a perjudicar a los empleados, pero se perjudicará a 600 jubilados (386 jueces de Distrito y Magistrados de Circuito retirados, a 26 ex mandos superiores y a 188 ex mandos medios operativos de la Corte.     

Pero eso no es todo, debido a que lamentablemente, Amlo se volvió a salir con la suya, quien ha demostrado a todas luces su permanente rencor por quienes no se le hincan, es rijoso natural, no le gusta la unidad, es el primer mandatario de la época moderna que ha unido a decenas de millones de mexicanos pero en su contra.

CLAUDIA SHEINBAUM, SIN ASCENDENCIA MEXICANA

Andrés Manuel López Obrador, lanzó su flamígero dedo índice de la mano derecha en la persona de la lituana-búlgara de origen judío Claudia Sheinbaum Pardo, hace varias semanas disfrazándolas de cuatro encuestas porque fue “la voluntad del pueblo”, frases por demás ridículas y mentirosas ya que solamente participaron 12 mil 500 mexicanos de un espectro de 129 millones de habitantes de nuestro vapuleado país en dichos levantamientos.

Recordemos que de los míseros 12 mil 500 votos, la exjefa de Gobierno de la Ciudad de México obtuvo 4 mil 875, se impuso con el 39% de las preferencias de ese ridículo micro padrón de ciudadanos, es decir el .000377% de los 129 millones de habitantes. Pero eso no es todo, en mi columna del pasado 11 de septiembre, plasmo que el 60% de ese micro padrón, no votaron por Sheinbaum Pardo, ridículo su triunfo porque ni en Morena la quieren a la consentida de López Obrador.

Respecto a la biografía de Claudia Sheinbaum Pardo, publicada en Wikipedia, dice que nació el 24 de junio de 1962 en el entonces Distrito Federal, es la segunda hija del matrimonio del químico Carlos Sheinbaum Yoselevitz y la bióloga Annie Pardo Cemo, quienes participaron en el Movimiento Estudiantil del 68.

Es de familia judía (de la que dice sentirse orgullosa). En un encuentro organizado por mujeres de la Comunidad Judía en México declaró muy segura: “mis apellidos, ambos son de origen judío, mis abuelos paternos migraron de Lituania. Y mis abuelos maternos eran sefaradís, de Bulgaria”.

Expresó en ese evento que sus padres nacieron en México, y aunque su familia directa no es religiosa, la cultura que la rodeaba era la judía porque, “soy cercana a la comunidad judía porque en casa de mis abuelos celebrábamos todas las fiestas judías”.

A pesar que sus padres nacieron en Guadalajara, Jalisco en 1933 y en el Distrito Federal 1941, la  ascendencia de ambos, se dice que sus abuelos paternos emigraron de Lituania a México en 1920; mientras que la de su madre, provinieron de la capital de Bulgaria, Sofía en la década de los 40 huyendo del Holocausto.

Como se puede apreciar, Sheinbaum Pardo no tiene un céntimo de raíces mexicanas; pero es la candidata de Morena “del pueblo” a la presidencia de la República, no lleva sangre mexicana en sus venas, no tiene arraigo en nuestro país, es lamentable que una persona que no ama a México, (tampoco López Obrador), desee ocupar la primera magistratura de nuestra república sin ningún mérito. Es candidata del partido guinda porque así lo decidió el tabasqueño. Absurdo.    

Recordemos que hace tres semanas, Amlo le entregó el bastón de mando a su consentida que le habían entregado los líderes indígenas en una ceremonia celebrada en 2018 en el zócalo capitalino, por lo que fue objeto de reclamo el tabasqueño.   

¿O ya se le olvidó a López Obrador el ridículo que hizo hace cuatro años? el primero de marzo de 2019 le enviara una carta al rey Felipe VI de España, reclamándole la necesidad de reconocer y pedir perdón por los abusos cometidos por los españoles en la Conquista de México. Como el tabasqueño no escucha a nadie por sentirse omnipotente, ¡que los hechos ocurrieron hace 500 años! Debieron haberlo premiado con el “Oso de Osos”.

La conquista de México se consumó por las tropas españolas comandadas por Hernán Cortés, en la capital del imperio mexica el 13 de agosto de 1521, que inició dos años antes y cuyo  objetivo era saquear a como diera lugar toda la ciudad.

Recordemos que la conquista tuvo características de involucramientos y alianzas militares, además del despliegue de violencia desmedida de las tropas españolas que dirigió Hernán Cortés y teniendo como aliados a los tlaxcaltecas y a los pueblos indígenas del Valle de México que fueron engañados, haciéndoles creer que les ayudarían a liberarse del dominio mexica, pero cayeron sometidos al brutal dominio español.

La Conquista en América Latina fue un proceso de cuatro etapas, iniciando con el descubrimiento, después la conquista, como tercera instancia, la ocupación territorial y por último la evangelización. 

¿Acaso López Obrador, desea que el pueblo de México sea conquistado de nueva cuenta? pero ahora por una mujer de nombre, su preferida Claudia Sheinbaum Pardo de origen lituano-búlgaro. Lo que anhela Andrés Manuel es eternizarse en el poder a través de su incondicional, su eco, su loro, su tapadera, su todo llamada Claudia Sheinbaum Pardo, porque asegura que con ella sí se consolidará la cuarta transformación, un fracaso absoluto y total de régimen autoritario, mal dirigido por un ególatra, un ser ambicioso por ostentar y detentar el poder y convertirlo en dictadura.

La cuarta transformación no es más que un cuento inventado por el mismo tabasqueño que lo único que levantó fueron expectativas, esperanzas y sueños guajiros de 30 millones de mexicanos que creyeron en él y votaron en el 2018: por ahora siguen tolerándolo porque les da multimillonarias ayudas económicas, recabadas por los impuestos de todos los mexicanos, porque de programas sociales no tienen absolutamente nada.

Sin lugar a dudas, lo único e indignante que ha permeado en este gobierno fallido es la mitomanía desbordada de Andrés Manuel López Obrador y de su séquito de colaboradores que cada día lo alaban más, sin importarles su dignidad y que cobra más fuerza.

Me vino a la mente, la manifestación que hicieron centenas de maestros de las secciones 21 y 50 del Sindicato de Trabajadores de la Educación (SNTE), en Monterrey, Nuevo León, en diciembre de 2005  en una gira de proselitismo de Roberto Madrazo Pintado y retomo lo que coreaban en esa manifestación: “Madrazo siempre miente, no será presidente”, también portaban camisetas con la leyenda, “la mentira divide y destruye”; también llevaban cartulinas en las que estaba escrito: ”Tú le crees a Madrazo, yo tampoco”.

Esta última frase se hizo viral a nivel nacional del derrotado candidato tricolor. De igual manera, el priista Roberto Madrazo le ganó la gubernatura de Tabasco al entonces perredista Andrés Manuel López Obrador en 1994, esa fue la primera ocasión que Amlo protestó y gritó a los cuatro vientos que “hubo fraude en dicha elección.

En esto momentos tan críticos que vivimos todos los mexicanos, la pregunta y respuesta cae como anillo al dedo después de cinco años de fracasos continuos y rotundos de esta administración: “¿tú le crees a López Obrador?, yo tampoco”.


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Carlos García

El socavón