José María Cos
DigitalMex - Periodismo Confiable
Publicado en Opinión

José María Cos

Lunes, 29 Septiembre 2025 00:05 Escrito por 
Con Singular Alegría Con Singular Alegría Gilda Montaño

Conocí hace casi cinco años a una integrante del Colectivo 50+1, Lilia Uribe, que fue la directora del DIF de Zinacantepec, en el espacio de la presidencia municipal de su marido, Miguel Ángel. Así volví a tomar la idea de hacer el libro de comunicadores sociales que planeé desde El Colegio Mexiquense, mi casa por espacio de 20 años. Les regalo lo que escribí de un genio: Cos. Disfrútenlo, por favor. Imagínenlo mientras.

Me imagino a José María Cos, solitario, arropado en sus ideas, para después transferirlas a ideales, por entre las veredas de una tierra que, pensada, hizo suya. Porque no se necesita nacer en este estado para sentirlo, afianzarse a él y crecer. Convertir sus puntos de vista en fracción participativa indiscutible de un batallar histórico, en la búsqueda de su verdad, que ha permanecido a lo largo de tiempo y circunstancia.

Y este Antiguo Real de Sultepec era caminado mil veces y encontrado otras tantas. Y cuando José María Cos decidió hacer un periódico, pensó en esta tierra y con su propia imprenta, y con su estilo peculiar de hacer el trabajo con inteligencia, memoria y compromiso, elaboró con propia mano los caracteres de madera para la tipografía de “El Ilustrador Nacional”.

Cuántas sensaciones acurruca esta tierra. Cuántos ensayos para transformar el pensamiento en la verdad y así decirla al mundo. Cuánta facilidad para ser honesto, defender su causa y erigirse en el creador de la primera imprenta que hubo en la entidad. Tierra que hizo suya en la estrategia de la lucha con base en el trabajo y la voluntad.

Y así la historia registra a Cos como el primer periodista insurgente: sacerdote él, ideólogo, político, periodista, hombre. Imprimió con tintas para teñir rebozos y usó como prensa las enpuntadoras para apretar telas. Y resulta que en esta proeza, periódico en mano, habilidad de convencimiento, lucha por el ideal, Cos compartió créditos con tres titanes: Andrés Quintana Roo, Leona Vicario e Ignacio López Rayón.

Vino de Zacatecas un día e ingresó al seminario Tridentino de Guadalajara. Allí se tituló en teología. Caminó el país a través de ser párroco en Zacatecas, en Jalisco y en la capital del país. Y allí, sin intimidaciones, se unió a la insurgencia. Formó parte de la tropa que los historiadores han llamado “Los dolientes de Hidalgo”, es decir, sus vengadores.

Poco después la imprenta se modernizaría, con ayuda del grupo liberal de los pudientes de la Ciudad de México, llamado “Los Guadalupes”. A lomo de mula, burlando vigilancia, hicieron llegar la imprenta a Sultepec. Con ese precario equipo, el doctor Cos agregó otra fuerza más a la Revolución de Independencia: fortaleció el movimiento con el arma de las ideas escritas.

En buena parte de su vida, el doctor José María Cos deja el sello de guerrillero social, y aquí en Sultepec se convierte en luchador por la libertad con la palabra escrita; hace periodismo político y, de paso, deja como instrumento a la cultura, la imprenta que alzó voces de justicia.

Ahora sabemos que la lucha por la libertad de prensa lleva más de tres siglos. Reconocemos que es un derecho universal que debe respetarse porque la lucha de ideas es lo que ha ayudado al mundo en su proceso de cambio. Hoy no recordamos a José María Cos por mero formulismo. Lo hacemos con el compromiso de recoger sus lecciones y defender los valores por los cuales luchó: democracia e independencia, y en el centro de los mismos, la libertad de expresión.

Pueblo, periodistas y gobierno deben sentir un compromiso histórico con el creador de “El Ilustrador Nacional”. De manera enfática, estar convencidos de que se debe alentar y defender la libertad de expresión. La política ante los medios de comunicación de todo gobierno debe ser muy clara: la defensa irrestricta de la expresión, apertura a los medios masivos de comunicación y compromiso para dar la información que se solicite en cualquier momento.

La de los comunicadores: jamás olvidar que tienen el compromiso de decir todo con apego a la verdad, con voluntad de servicio y con profunda honradez, pero sobre todo con la responsabilidad de saber que ellos son los que comunican a la ciudadanía con las distintas instancias políticas, económicas y sociales, y que un error, imprudencia o falta puede hacer mucho mal a la gente que no puede defenderse.

El Estado de México ha crecido con los años. Tres décadas después del primer periódico, su realidad se ha vuelto diversa, no solo por la conjunción de varias culturas en un único espacio territorial, sino por problemas diferentes en cada comunidad. En este ir y venir de demandas sociales, la prensa escrita, radiofónica y televisiva juega un papel que no se puede soslayar, sino, por el contrario, reconocer. Es el enlace entre gobernantes y gobernados; apoya el diálogo entre pueblo y gobierno; auxilia a identificar los problemas para encontrar soluciones; motiva a la reflexión y apoya la concertación para encontrar soluciones en lugares donde parece que no existían.

Un medio de comunicación libre y serio, objetivo y sin halagos, es invaluable para un gobierno. Este sabe que, con libertad de expresión, es más rica la democracia. Periodismo libre no implica insulto, difamación o privilegios sobre la ley. Quiere decir compromiso en la solución de los problemas; fuerza intelectual para la corrección de las desviaciones; serenidad en la crítica y certeza en las propuestas.

Sultepec con Cos, o Cos en Sultepec, sirven para hacer un doble compromiso: en primer lugar, con quienes dieron su sangre por crear la patria que hoy conocemos; en segundo, con quienes todos los días en sus redacciones o en las cabinas de los medios electrónicos hacen un esfuerzo leal, honesto y serio por conservar esa gran tradición de nuestra patria en general, y de nuestro estado en particular: la libertad de expresión.

Asumir su compromiso histórico de respetar la tradición libertaria impresa en las páginas de “El Ilustrador Nacional”. Hacerlo por deber, por gusto y por convencimiento. Rendir homenaje al periodista insurgente José María Cos, en nuestra enciclopedia, es celebrar que, en condiciones adversas, el pensamiento y la palabra escrita coadyuven para la consumación de la Independencia.

Y Cos no duerme desde aquel día. En la definición de su tiempo y circunstancias, reitera quedito y a mil voces que el periodismo tiene como razón de ser el compromiso en la lucha social para lograr el cambio, cuando el pueblo lo demande. Que así sea…


Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Visto 77 veces
Valora este artículo
(0 votos)
Gilda Montaño

Con singular alegría