Es increíble corroborar lo que habíamos vaticinado desde que, primero de junio pasado, se llevó a cabo la otrora ilegal elección electoral del Poder Judicial, en el que únicamente 13 millones de mexicanos salieron a sufragar y darle gusto al máximo corruptor que ha tenido México en toda su historia, Andrés Manuel López Obrador, para aniquilar la incipiente democracia que teníamos, y pese a que hubo una serie de irregularidades, entre ellas el uso de acordeones y que los sufragios no fueron contabilizados por la ciudadanía, inexplicablemente el INE y el TEPJF aprobaron.
Lo anterior dio pie a que fueron electos jueces, magistrados y ministros del Poder Judicial que no contaban con experiencia en dicho campo; otros más pertenecen a las filas del crimen organizado y los menos nunca en su vida litigaron, logrando de esta manera que Andrés Manuel López Obrador, el máximo corruptor de la historia de nuestro cada vez más vapuleado país, se saliera con la suya y enterrara la separación de poderes que nos costó construir más de tres décadas a todos los mexicanos.
En dicha elección judicial fueron perversamente electos más de 3 mil 400 ciudadanos para la renovación de 881 cargos; el 80 por ciento de éstos fueron seleccionados por el Poder Ejecutivo, el Legislativo, Morena y la 4ª deformación, que no cuentan con la experiencia ni con el perfil deseado para ocupar los puestos de impartición de justicia, mismos que fueron ocupados desde el primero de septiembre en curso.
Es preciso complementar que la votación en esta fatua elección fue raquítica, más siendo impulsada por un gobierno “muy popular”, como se catalogan AMLO, Sheinbaum y secuaces, pero en la que únicamente salieron a votar 13 millones de ciudadanos, el 13 % de un espectro de más de 100 millones de ciudadanos inscritos en la lista nominal del INE; misma que debió ser anulada por las severas violaciones a las leyes electorales efectuadas por morenistas durante el inicio del proceso y que consta en hechos y actas presentadas ante el INE y el TEPJF, pero que consejeros y magistrados sometidos a Morena y a la cuarta malformación decidieron validarla, ante el asombro de decenas de millones de mexicanos.
Una vez validado este mega fraude electoral, la inquilina de Palacio Nacional, Claudia Sheinbaum Pardo, se envolvió en la bandera de la demagogia, gritando a los cuatro vientos que México “fue todo un éxito la elección” (sic), y que “uno de los países ejemplo en materia de democracia a nivel mundial”, debido a que el “pueblo” por primera vez había escogido a sus jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte (resic).
Pero la realidad es otra, ya que este manipulado ejercicio marcó una inusitada desaprobación de parte de los ciudadanos por la desinformación que existió, debido a que los votos nulos rebasaron y marcaron un precedente en cualquier tipo de elección, ya que más de tres millones de personas prefirieron anular su sufragio que validar a personas que no eran aptas para ocupar los encargos en disputa.
Derivado de la nefasta aprobación de la —reitero— perversa elección judicial, surgió e inició el nuevo Poder Judicial, que ha fracasado desde el inicio de sus encomiendas a partir del pasado primero de septiembre.
Hasta hoy, por lo que respecta a la novena de nuevas ministras y ministros (cinco mujeres y cuatro hombres), que respira ignorancia e ineptitud como nunca, está integrada por el ministro presidente Hugo Aguilar Ortiz; la ignorante ministra Lenia Batres Guadarrama, quien en menos de dos años lo único que ha hecho es el ridículo, y sus 75 asesores nos cuestan a todos los mexicanos cinco millones de pesos mensuales; la ministra pirata Yasmín Esquivel Mossa; la ministra Loretta Ortiz Ahlf, ¡que le enseñen a leer, por favor!; la otrora ministra ignorante (que da pena), María Estela Ríos González; el ministro “patito” Giovanni Azael Figueroa Mejía.
El ministro Irving Espinosa Betanzo, quien fue magistrado del Tribunal de la Ciudad de México; Arístides Rodrigo Guerrero García, quien formó parte del Tribunal Electoral de la Ciudad de México, sin ocupar el cargo de magistrado; y la ministra Sara Irene Hererías Guerra, quien laboró varios años en la extinta Procuraduría General de la República (PGR).
Los nueve ministros de la Nueva Corte han demostrado, a carta cabal, que carecen de la experiencia, del perfil, así como de los conocimientos suficientes para desempeñarse como ministros, y su ignorancia en materia judicial es amplia.
El prestigio del Poder Judicial está derruido, gracias a la cooptación de la separación de los poderes iniciada por AMLO y seguida por la jefa del Ejecutivo; es un remedo de una verdadera Suprema Corte de la Nación que debió haber ponderado el macuspano, Morena y la perversa cuarta deformación.
Los videos publicados en las redes sociales de sus primeras sesiones muestran que los nueve ministros no saben leer “de corridito” ni expresarse con un mínimo de conocimientos judiciales y del lenguaje que exigen sus respectivos encargos.
La Nueva y Tremenda Corte Mexicana, lamentablemente, es aburrida, nada empática, con traspiés en todas y cada una de las intervenciones de las y los ministros, quienes aducen ignorancia pura y cuatrotera; verlos y escucharlos es digno de risa y de carcajearse, porque hasta memes les ponen en sus intervenciones.
Mientras que La Tremenda Corte de origen cubano era muy simpática, estaba integrada por “Tres Patines”, “El Juez”, Rudesindo Caldeiro y Escobilla, así como la “Nananina”, entre otros; era muy simpática, con diálogos amenos y discusiones entre los actores que nos hacían reír; mientras que la mexicana es aburrida, con lecturas en las que se atropellan ellos mismos, además de estar repleta de ignorantes que comienzan a despedazar el derecho en todas sus especialidades.
Cabe mencionar que La Tremenda Corte Mexicana está integrada por el ministro presidente, el “Benito Juárez” de Petatiux, Hugo Aguilar Ortiz, quien deshonesta y corruptamente aceptó el cargo sin contar con el perfil idóneo y jamás haber litigado en su vida; por supuesto que fue impuesto por el escondidito y próximamente innombrable, el macuspano Andrés Manuel López Obrador.
Es increíble corroborar que el supuesto indígena oaxaqueño (que no es), Hugo Aguilar Ortiz, a quien comparan absurdamente con Benito Juárez García, no sepa la “O” por lo redondo en materia judicial, ya que en su carrera judicial jamás litigó y se dedicó más a la “grilla” política que a ejercer el derecho.
Lo asombroso del oaxaqueño es que contrató a ¡102 personas! para su amplio y extenso equipo de trabajo, que nos cuesta a los más de 130 millones de mexicanos ¡6 millones de pesos mensuales!; ha prometido que en octubre reducirá el 40 % de su amplia plantilla de colaboradores; de todos modos, será extensa.
La expresidenta y exministra de la SCJN, Norma Piña, quien tuvo un gran y digno desempeño al frente de la SCJN, tenía en su equipo de trabajo únicamente a seis personas. ¡Aaaah! Pero la chairiza morenista la criticaba ácidamente porque ganaba 291 mil pesos mensuales.
Sin lugar a dudas, los morenistas y cuatroteistas se están consolidando por el manejo perfecto de su mitomanía, que es desbordada; es decir, es el “sello de la casa”.
Esta nueva Corte trabajará en su bajo nivel durante este sexenio y los que sigan, pues aprenderán a pasos lentos a interpretar las leyes. Por cierto, el coordinador de los diputados morenistas, Ricardo Monreal, justificó la ineptitud de la Corte aduciendo que están en la curva del aprendizaje, una curva que nunca alcanzará a elevarse.
Gracias a la incondicional protección que les dio el tabasqueño, a los más de 200 mil crímenes en su gestión, al paupérrimo crecimiento económico que tenemos, al terrible encubrimiento de los gobernadores morenistas que tienen vínculos con el crimen organizado, al Cártel del Huachicol, organizado y permitido por el macuspano, que ha dejado un gigantesco y desmedido boquete en las finanzas públicas, además de la impagable deuda pública en la que nos han metido los cuatroteístas, AMLO y ahora Sheinbaum Pardo.
Para muestra, un botón: el gobierno corrupto de Enrique Peña dejó al país con una deuda de 10.4 billones de pesos; Andrés Manuel López Obrador la dejó en ¡17.4 billones de pesos!, equivalente al 51.4 % de la economía; mientras que con Claudia Sheinbaum la deuda pública creció ¡2.8 billones de pesos! y al mes de septiembre se ubica en ¡20.2 billones de pesos!, una deuda prácticamente impagable.
Sin lugar a dudas, Andrés Manuel López Obrador, Claudia Sheinbaum, Morena y la cuarta transformación (delincuencia organizada) todos los días no dejan de sorprender a habitantes de las 32 entidades federativas por la pésima forma y mal gobernar, de protegerse entre ellos pese a las fechorías que son públicas y comprobadas, y sobre todo, ante la desmedida corrupción que los ha marcado en siete años en sus gobiernos fallidos, como los peores en la historia de nuestro cada vez más vapuleado país.
El destino los alcanzó en un tiempo corto; decenas de millones de mexicanos han demostrado su hartazgo con su forma autoritaria de dirigir al país, al que han hundido en siete años de gestión morenista por excesos de corrupción, cinismo y nulos resultados, que han lacerado a todos los mexicanos.
PROTESTA EN LOS PUENTES POR LOS BACHES
El día de ayer, diputados locales, líderes sociales y ciudadanos se unieron para protestar arriba de los puentes peatonales, desde Cuautitlán Izcalli hasta Naucalpan, por los miles de baches y hoyos que hay en los seis carriles del periférico (tres en la parte central y tres en la lateral), ambos de ida hacia Querétaro y rumbo a la Ciudad de México, gracias a la ineptitud demostrada a carta cabal de los presidentes municipales de Naucalpan, Isaac Montoya; de Tlalnepantla, Raciél Pérez; y de Cuautitlán Izcalli, Daniel Serrano Palacios, que les ha importado un carajo bachearlos y arreglarlos, y para darle fluidez al tráfico en el periférico, que cada día se aglutina y se satura más por el paso de cientos de miles de automovilistas que tratamos de esquivar y salir lo menos perjudicados de los miles de hoyos que se han hecho en los carriles del periférico.
El caos vial que se hace de lunes a domingo a todas horas es tedioso; el paso por los automovilistas en ambos sentidos se ha hecho intransitable e insoportable, gracias a la ineptitud e ineficacia de los tres munícipes, quienes han hecho caso omiso a este severo problema.
Esperemos que tengan un ápice de vergüenza y se pongan a trabajar en beneficio de los habitantes de los municipios que pésimamente gobiernan.
