En 1969 Philip Zimbardo en la Universidad de Stanford, realizó un experimento social consistente en abandonar un automóvil en un barrio deteriorado del Bronx, pobre, peligroso, conflictivo y con la presencia de mucha delincuencia, el auto sin matrícula y puertas abiertas fue desvalijado y en tres días no quedaba casi nada. Otro auto de iguales características fue igualmente abandonado en Palo Alto California, en una semana no paso nada, hasta que el autor del experimento tomo un martillo y decidió romper las ventanas y provocar una que otra abolladura, los habitantes al verlo en mal estado también lo desvalijaron.
Este experimento cambio algunos puntos de vista que hasta entonces se tenían, por ejemplo, que la pobreza era la causante de la delincuencia, no se trata de la pobreza, la consecuencia es algo que tiene que ver con la psicología humana y con la relaciones sociales, un vidrio roto en un auto abandonado transmite una idea de deterioro despreocupación, va paulatinamente rompiendo los códigos de convivencia, de normas, de leyes, si se permite una transgresión, entonces aparecerán más y más acciones violentas, si permites una mentira acabaras creyéndotelas, si permites el vicio, no te sorprenda vivir en un lodazal.
De igual manera nuestros gobiernos si permiten una acción indebida en un programa social, un acto de corrupción, basura sin ser levantada o baches en la calles, etc., entonces los funcionarios se pervertirán y aprenderán a ser indolentes ante la falta de servicios, pueden caer en corrupción y los ciudadanos se sentirán tentados a no respetar las normas esenciales de convivencia, de ahí la importancia de un gobierno eficaz, que atienda a los ciudadanos y les resuelva los problemas, empezando por prestar mejores servicios y no permitir la transgresión a la ley.
Por otro lado, este gobierno utiliza varias tácticas como la división y la polarización, Según el autor Reynaldo Y Ortega, Fernando Nieto y otros en su texto “polarización estratégica en redes sociales”, la división es estar encontrados y alejados unos de otros, la polarización es una forma patológica de distanciamiento de alternativas políticas, implica alejamiento propicia el tribalismo, segrega alternativas del electorado.
Dicen los autores que incluso las redes sociales expanden de manera acelerada y potencializan la polarización, crean comunidades donde se abandona el debate pluralista democrático, con esto se favorece un sistema de exclusión y discriminación como extremos u opuestos.
Para Sartori un partido es relevante si ha formado gobierno o parte de una coalición gobernante, o al menos tiene el poder de chantaje para cambiar de dirección la competencia partidista, de aquí se desprende que si los temas en la opinión pública son ideológicos entonces los partidos tienden a posicionarse en el centro (centrípeta), pero si por el contrario la distribución ideológica esta polarizada los partidos tenderán ir a los extremos y la competencia se vuelve centrífuga.
Los sistemas bipartidistas con partidos relevantes tienen a la competencia centrípeta cuando no están polarizados, incluso sucede lo mismo en sistemas multipartidistas segmentados, lo que trae como consecuencia que los ciudadanos reciban ofertas que les beneficien, que atiendan los problemas más urgentes que preocupan a la sociedad en su conjunto, porque a efecto de ganar las simpatías los partidos harán propuestas tendientes a ganar el mayor número de adeptos y esta se encuentra en el centro.
Por el contrario un sistema pluralista polarizado la competencia es centrífuga, es decir, los partidos se alejan del centro y se van a los extremos, porque no hay interlocución, porque no hay consensos , los ciudadanos se ven inmersos en el todo o nada, o todo con uno o todo con otro, sin existir posiciones intermedias, lo que distancia a los electores, los confronta cada vez con mayor grado de beligerancia, por lo que los discursos de odio encuentran fácilmente adeptos y hasta potencialmente agresores y violentos.
De seguir en una confrontación como la propone Morena y la protagoniza diariamente el presidente difícilmente tendremos una sociedad unida que resuelva para bien los múltiples problemas, seguirá existiendo los fans que ciegamente crean que la polarización es lo único que existe, donde insultar y agredir es válido, aunque la sociedad retroceda en tener una mejor forma de vida.
La ventana rota que para el caso es la polarización seguirá trayendo más discursos de odio, se inhibe el debate, base de la democracia, donde los fans atacan, objetivan y estigmatizan a los adversarios individuales o colectivos.
La ventana rota de la polarización inhibe el debate entre partidos y segmentos electorales que generan cámaras eco y que replican entre los mismos actores. Necesitamos partidos políticos que debatan en voz de sus actores, de sus dirigentes, de sus candidatos, que propongan soluciones, que amplíen los apoyos, que la principal coalición sea con los ciudadanos, que encuentren temas relevantes para la sociedad, que emitan mensajes que emocionen a los más incrédulos, discursos con contenido que lleguen a la mente de los electores, necesitamos ver que la política sigue siendo instrumento que sirve a los ciudadanos.
*El autor es Maestro en Administración Pública y Política Pública por ITESM y Máster en Comunicación y Marketing Político por la UNIR.
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