¡Popocatépetl!

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Publicado en Opinión

¡Popocatépetl!

Lunes, 29 Mayo 2023 01:00 Escrito por 
Hugo Antonio Espinosa Hugo Antonio Espinosa Sin riesgos

Un incremento reciente en la actividad del segundo volcán más grande del país, el más activo y cercano a una zona superpoblada, es capaz de cambiar la agenda, la atención y la sensación de seguridad de millones de personas. Los estertores de Don Goyo, como se le conoce, no han podido pasar desapercibidos por las casi 700 mil personas que viven más próximas al coloso, ubicadas a menos de 15 kilómetros a la redonda del cráter, en una zona identificada por la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) como de Alto Riesgo, que abarca las lindes de 30 municipios ubicados al pie del Popocatépetl: 16 en el estado de Puebla; 6 en Morelos y 8 en el Estado de México, según el Plan de Operaciones Volcán Popocatépetl de la SEDENA, presentado hace más de tres años y que hoy está en marcha.

Las posibles consecuencias de una abrupta erupción y la caída intensa de ceniza volcánica en más de 60 municipios ubicados en la zona de Riesgo Medio tienen ocupadas a todas las instituciones de atención a emergencias, de los tres niveles de gobierno, planeando, concertando y coordinando acciones preventivas y de respuesta que incluyen la posible evacuación de 150 mil personas –en una primera fase– y el monitoreo de otras 3 millones expuestas a la caída de ceniza.

La Fuerza de Tarea Conjunta asignada para la atención de esta eventual emergencia considera la organización de 9 Secciones Operacionales, entre las que se destacan la de Observación, Análisis y Alerta, encargada del monitoreo del volcán, el censo de la población, las rutas de evacuación y puntos de reunión; la Sección de Albergues responsable de la ubicación, abastecimiento, seguridad y capacidad de los 744 espacios que serán habilitados para recibir a la población en situación de emergencia; así como la sección de Búsqueda, Rescate y Atención Médica, encargada de garantizar, en medida de lo posible, la salvaguarda y protección de los evacuados durante la fase de respuesta.

Más de 3,400 elementos, entre la SEDENA y la Guardia Nacional (GN) han sido asignados para dar respuesta a una eventual erupción del Popocatépetl y otros 3,000 de reserva estarán listos para una segunda acción complementaria. Asimismo, a estas tareas se sumarán 800 paramédicos y rescatistas de la Cruz Roja Mexicana y más de 200 elementos de las Unidades Municipales y Estatales de Protección Civil. Y desde luego muchos ciudadanos voluntarios.

Toda esta fuerza operativa, ordenada y coordinada, se enfrentará eventualmente a otra extraordinaria fuerza destructiva que lleva decenas de miles de años latente debajo de la corteza terrestre, cuya magnitud puede poner a prueba y ante nuestros ojos la capacidad de respuesta de la sociedad mexicana y su verdadera condición de vulnerabilidad y limitaciones socioeconómicas. La intensidad de sus efectos puede devastar poblaciones enteras y modificar incluso la morfología del lugar, regresando a su estado original, antes de que la mano del hombre moderno la perturbara. Así de brutal es la naturaleza.

La amenaza de una probable erupción del volcán Popocatépetl nos invita a reflexionar y tomar acciones en torno a estos temas. Los saldos destructivos de los fenómenos naturales sólo podrán ser controlados a través de una nueva forma de entender la Reducción del Riesgo de Desastre (RRD), consistente en una reorientación de los sistemas de prevención, auxilio y recuperación, establecidos en la Ley General de Protección Civil, cuyo principal protagonista es el gobierno y sus anquilosadas estructuras y no la población expuesta, totalmente desarticulada ante estos procesos.

Proponer nuevas formas de organización y vinculación de manera horizontal entre las instituciones y la sociedad, de cara a la toma de decisiones críticas, en donde se ve en riesgo la vida de muchas personas, sus bienes y el entorno, exige modificar el enfoque coyuntural y asistencial que se le ha dado a la participación del sector privado y social en los últimos 35 años (donaciones, voluntariado, patronatos, etc.), expandir sus alcances y reducir sus limitaciones en la toma de decisiones es un paso que se tiene que dar ya para construir la sociedad resiliente que necesitamos ante los escenarios adversos que se aproximan en términos de salud pública, cambio climático y desastres.

Asómese usted a los medios de comunicación y redes sociales, observe con seriedad y madurez, haciendo a un lado filias y fobias políticas, y pregúntese si en un contexto de posible desastre, las decisiones que tienen que ver con su seguridad y protección de la vida y su patrimonio existe un mecanismo de interlocución entre las autoridades y la sociedad. Superar las adversidades que hoy enfrentan los ecosistemas requiere una forma diferente de actuar por parte de las colectividades y el gobierno. Esto es también Protección Civil. ¡Que su semana sea de éxito!

Hugo Antonio Espinosa

Fue Director del Heroico Cuerpo de Bomberos de Toluca,

Subdirector de Protección Civil e Inspección en la SCT Federal.

Actualmente es Subdirector de Emergencias en el Valle de Toluca, en la Coordinación General de Protección Civil, EDOMEX


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