La elección del domingo al PJ, el mayor fraude orquestado por Morena

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La elección del domingo al PJ, el mayor fraude orquestado por Morena

Lunes, 26 Mayo 2025 00:05 Escrito por 
El socavón El socavón Carlos García

En seis años y siete meses, les llevó despedazar, triturar, envenenar nuestra incipiente democracia.

Para nuestro infortunio, a Andrés Manuel López Obrador, a Morena, a su fallida y autollamada cuarta transformación, que el próximo domingo primero de junio enterrarán, y junto con ella la separación de los tres Poderes de la Unión (Ejecutivo, Legislativo y Judicial), que se convertirán en uno solo, pues su anhelada dictadura comenzará a accionar, claro está, si se los permitimos más de 100 millones de mexicanos que no comulgamos.

Es tétrico verlos en el poder, ensoberbecidos, prepotentes, ufanados de sentirse los todopoderosos, cuando hemos visto la manera de succionar el presupuesto, de depredar a las instituciones que tanto trabajo nos costó a todos los mexicanos exigirle a los regímenes en turno su respectiva creación y que funcionaran.

Asimismo, que la separación de poderes continuara su ruta y, sobre todo, que el Ejecutivo Federal no cooptara tanto al Legislativo como al Judicial tan burda y cínicamente como lo hizo el tabasqueño, que, enfermo de poder, sometió a su arbitrio a las Cámaras de Diputados (en sus tres Legislaturas) y de Senadores, quienes de hinojos y a pie juntillas obedecieron y le aprobaron todas y cada una de las iniciativas —le aprobaron— sin quitarle coma alguna.

López Obrador mal gobernó a su antojo, con su desbordado autoritarismo (2018-2024), con el hígado, creyéndose el rey de México, y con todas sus promesas incumplidas: íbamos a ser potencia mundial, situación que nunca aconteció; por el contrario, sumergió y hundió a nuestro de por sí vapuleado país en severos problemas de los que tardaremos décadas en salir a flote.

Es preciso comentar que, cuando fueron oposición, siempre exigieron democracia, transparencia, honestidad, nitidez, equidad. En todo momento, acusaron y adujeron fraudes en los comicios electorales que se llevaron a cabo en los gobiernos neoliberales en turno, y las dudas de la legalidad siempre imperaron porque se practicaban por regímenes corruptos, ya que los izquierdistas impolutos “representaban la lucha del pueblo”.

Los más de 100 millones de mexicanos sabemos que la iniciativa aprobada a la reforma al Poder Judicial, enviada por AMLO (y votada ilegalmente en septiembre del año pasado) por la inconstitucionalmente mayoría calificada —por el INE y el TEPJF— de Morena, sus rémoras del PT y los kiwis, PV, fue una traición, una venganza y una bajeza de López Obrador a los más de 128 millones de mexicanos, echando por tierra la democracia mexicana.

Respecto a la elección del próximo domingo, es otro fraude y engaño de la presidente (con “e”, no con “a”), Claudia Sheinbaum, Morena y la devaluada 4T, en el que votarán entre 12 y 15 millones máximo de acarreados, frente a los más de 100 millones de ciudadanos que integran el padrón electoral, porque la decepción del resto de la población está patente y se demostrará con la mega marcha programada para ese mismo día en la Ciudad de México y en decenas de ciudades de la república mexicana.

Recordemos que el 80 por ciento de los candidatos a jueces, magistrados y ministros a nivel nacional, a elegir de entre los 3,423 en disputa en 17 entidades federativas, fueron seleccionados por la tramposa tómbola llevada a cabo por el Senado, por el Ejecutivo Federal, por los gobernadores, y el otro 20% se inscribieron por méritos propios para ver si pueden alcanzar algún puesto en el Poder Judicial.

Lo más deleznable en lo que respecta a los nueve ministros de la Suprema Corte es que están “disputándose” la presidencia Lenia Batres Guadarrama, quien ha mostrado opacidad, ignorancia, falta de oficio y yerros permanentes desde que asumió su cargo en diciembre de 2023, y la ministra pirata Jasmin Esquivel Mossa.

Por supuesto que, en caso de quedar cualquiera de ellas, la SCJN perderá credibilidad, decencia, categoría, clase, moral. Pero, como se dice coloquialmente: “es lo que hay”, y es lo que trae la cuarta deformación.

Por lo que respecta a la elección en Durango, tiene 49 candidaturas únicas porque se disputarán 49 vacantes y, ¿qué cree, apreciable lector? Hay 49 candidatos, que deberán resolverse tras la votación ciudadana. ¿Así o más claro el fraude, vestido de democracia en dicha entidad?

Mientras que los 17 gobernadores le apostarán a tener un Poder Judicial incondicional, sometido, de hinojos, para que los juicios y sentencias sean favorables a éstos y así manipular a su arbitrio sus respectivos estados que mal gobiernan.

Los dizque izquierdistas, durante décadas, se condujeron en ese esquema de la “honestidad”, de principios, de la moral, de la ética, porque todo lo que oliera a neoliberalismo apestaba, era turbio, estaba manchado, era putrefacto. La izquierda rampante era la solución a los problemas de México: en materia de inseguridad, de crecimiento y desarrollo económico, de paz social. Eran, pues, la solución a las decenas de problemas que nos tenían sumergidos a todos los mexicanos en un tolerar a administraciones podridas.

Pero fue el 2 de julio de 2018, ante un hartazgo ciudadano por la corrupción del régimen de Enrique Peña Nieto, que se volcaron sobre las urnas y 30 millones de mexicanos querían un cambio radical y ¡zas!, le dieron el triunfo al tres veces candidato de la “izquierda”, Andrés Manuel López Obrador, aunque no se imaginaban lo que posteriormente les esperaría.

Y a partir del 1.º de diciembre de 2018, comenzó a escribirse la historia de fracaso de la izquierda rampante, encabezada por el autoritario y dictadorzuelo López Obrador, que, en su discurso de toma de protesta, les prometió a los más de 125 millones de mexicanos de entonces, que su gobierno (que a la postre fue fallido), con su cuarta transformación, le daría un cambio en todos aspectos y sentidos, porque íbamos a tener una verdadera democracia, que se acabaría la corrupción, la deshonestidad, las mentiras, los engaños, que creceríamos al 5% anual, que erradicaría al crimen organizado y que iba a respetar (entre centenas de promesas incumplidas), y que los Tres Poderes de la Unión eran necesarios, porque la separación de éstos le seguiría dando el equilibrio a la Nación.

Y nada de lo prometido por el hoy agazapado y escondidito macuspano, que solamente su primer círculo y Claudia Sheinbaum, y por supuesto el centenar de soldados lo resguardan (porque iba a hacer su gira de despedida para agradecerle al “pueblo bueno” su “invaluable apoyo”), la realidad es que el crimen organizado en todas sus modalidades sentó sus reales en todo el territorio nacional, asesinando a sus anchas a quienes les vinieran en gana y apoderándose de rancherías, pueblos, municipios y entidades federativas que eran gobernadas por el PRI y el PAN, pero que, gracias al narcotráfico y al huachicol, en cinco años pasaron de gobernar dos estados a 22 entidades, gracias a que se llevaron a cabo comicios electorales violentos y ensangrentados, claro está, con la estrategia de “abrazos y no balazos” para los criminales.

López Obrador y su gobierno fallido fue la antítesis de la honestidad, del crecimiento económico, de ser un jefe de Estado que uniera a los mexicanos, de ser un estadista que diera resultados efectivos, positivos y contundentes. Nada fue así, dejó sembrar, a través del crimen organizado, pánico entre todos los habitantes del cada día más vapuleado país.

Es por ello que seis años y siete meses les fueron suficientes a los izquierdistas, enfundados hoy de guinda, para devastar a nuestra nación, acabando con fideicomisos, desapareciendo instituciones que hacían contrapeso al gobierno, cooptando a la Cámara de Diputados y a la de Senadores en sus tres y dos Legislaturas, respectivamente, y enviar una perversa iniciativa para someter —próximo domingo 1.º de junio— que se haya celebrado en México, en la que enterrarán a la democracia.

En esta “elección de jueces, ministros y magistrados” del Poder Judicial, no es más que otra farsa de la fallida Morena y la 4T, en la que votarán raquíticamente 12 a 15 millones de acarreados a los que les entregaron su acordeón, porque simplemente no conocen a ninguno de los candidatos por los que sufragarán.

Estarán en disputa...

Si realmente tuviéramos una verdadera democracia, así como una real transparencia en el manejo de las elecciones, con certeza, equidad y legalidad, el 2 de junio de 2024 no se hubiese cometido el gran fraude, en el que hubo un sinfín de ilegalidades e irregularidades, porque simplemente el Instituto Nacional Electoral, que mal dirige la morenista Guadalupe Taddei Zavala, quien estuvo de hinojos y al servicio del escurridizo AMLO y de Morena, y que sigue de igual manera con la segunda parte de la cuarta transformación.

Así pues, apreciable lector, el domingo 1.º de junio, Andrés Manuel López Obrador, Claudia Sheinbaum Pardo, Morena y la cuarta deformación —porque eso es realmente— enterrarán la débil e incipiente democracia que tenía México por este mayúsculo fraude orquestado por el tabasqueño, y que la inquilina de Palacio le dará el estoconazo final para enterrarla y darle fin a la separación de poderes y a la independencia de México, para darle paso a la dictadura.

Por supuesto que vendrán miles de demandas de parte de empresarios nacionales, así como de otros países, pero, sobre todo, de empresarios norteamericanos que verán afectados sus intereses por el T-MEC, que les traerá complicaciones...

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Carlos García

El socavón