Cuando un equipo cumple con sus objetivos e incluso los supera con eficacia y motivación elevada, se convierte en un activo estratégico para la organización o institución, y se le identifica como “equipo de alto rendimiento”. A diferencia del bajo rendimiento, donde sus integrantes trabajan sin colaborar o aportar a las metas comunes, los de “alto rendimiento” tienen una alta capacidad —incluso— para resolver sus conflictos… que siempre surgen en cualquier grupo de personas.
Al inicio de esta semana, la rectora de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx), Paty Zarza Delgado, tomó protesta a quienes integran su Gabinete y que dirigirán las diferentes áreas que integran lo que se conoce como la administración central de la institución. Los medios de comunicación destacaron el nombramiento de nueve mujeres y cuatro hombres que tendrán posiciones clave en la gestión que inició el pasado 17 de julio.
Quienes ahora componen el Gabinete de la UAEMéx tendrán la responsabilidad de atender las instrucciones de la rectora, y —sobre todo— las demandas de una comunidad que se encuentra dividida y, en cierta forma, lastimada por el paro de actividades que inició a finales de abril y que hasta la fecha sigue vigente en 17 planteles.
Si bien el movimiento estudiantil frenó actividades sustantivas, también alcanzó logros históricos que durante décadas se comentaban como necesarios. Sus integrantes presionaron de tal manera que se hizo ineludible escucharles y aceptar sus demandas, como el voto universal para la reciente elección de la Rectoría y, muy probablemente, para las elecciones futuras en todos los espacios. El Consejo Universitario perdió la facultad exclusiva de elegir y con ello se reconoce el valor de las diferentes comunidades.
En ese contexto, estudiantes, docentes y administrativos han visto el peso que tienen frente a las autoridades y, con su participación electoral, han sentado un precedente significativo para la vida interna de la UAEMéx. El poder que han mostrado, hasta este momento, es un poder que no dejarán perder y que emplearán cuando lo consideren pertinente. Por ello, el perfil de quienes codirigirán a la institución —como integrantes del Gabinete— no es asunto menor.
La selección que ha hecho la rectora muestra características que podrían prever la integración de un equipo de “alto rendimiento”.
Multidisciplinariedad. El equipo se ha integrado con personas especializadas en un área concreta, lo que les permitirá enfrentar situaciones diversas con éxito, gracias a la variedad de conocimientos y habilidades. La condición es que sus integrantes verdaderamente tengan la capacidad de dialogar entre sí.
Claridad en objetivos. En la presentación ante medios, la rectora Zarza fue muy clara en expresar las directrices que deben atender en lo inmediato y —al hacerlas públicas— deberán ser compartidas y bien interiorizadas por sus integrantes. Con ello podrían evitarse confusiones y orientar sus esfuerzos hacia metas concretas. Además, como ella lo dijo, “estarán sujetos a evaluación permanente”.
Colaboración y confianza. Por lo que ha trascendido (y he investigado), quienes integran el Gabinete de la UAEMéx son personas cercanas en lo personal a la rectora, lo que permite vislumbrar —de primera intención— que habrá solidaridad, apoyo mutuo y confianza entre ellas y ellos, de manera que podrían favorecerse la cooperación y el respaldo en caso de dificultades.
Un aspecto que ha sido cuestionado en torno al equipo —por parte de algunos periodistas— es que muchas de ellas y ellos no han tenido responsabilidades “de primer nivel” en la institución o en otros espacios, salvo algunas excepciones como la secretaria de Planeación y el jefe de la Oficina de la Rectoría, o que carecen de la proyección política que podría requerir la universidad.
Sin embargo, esa frescura de no haber tenido tareas de administración central es una de sus fortalezas, porque —además de la juventud que les caracteriza— podrían tener una cualidad fundamental del “alto rendimiento”: mentalidad de innovación y mejora continua, lo que aportaría un enfoque constante en la innovación, el aprendizaje y capacidad para adaptarse al cambio.
Con esa visión es como la rectora ha tomado la decisión de invitarles a su primer círculo. Ahora dependerá de cada una de ellas y ellos acreditar, en los hechos, las otras características del “alto rendimiento”: eficiencia y compromiso, y comunicación abierta.
A la institución —y a las decisiones que se tomen administrativamente— le corresponde apoyarles con las otras dos cualidades para lograr el alto rendimiento —tan deseable en cualquier organización—: estructura sólida y tamaño adecuado. El equipo debe tener en sus respectivas áreas una estructura clara, con roles definidos y un tamaño razonable para mantener eficacia y evitar dispersión. Y apoyo organizacional. La UAEMéx deberá proporcionarles los recursos, la formación y el reconocimiento necesarios para que el equipo funcione óptimamente.
A la rectora Paty Zarza le corresponde colocar la “piedra angular” de todo el proceso: liderazgo efectivo que le permita autonomía a su equipo, de manera que actúe más como coordinadora (e incluso motivadora), garantizando que el trabajo esté alineado con los objetivos, sin olvidar el trabajo político que le corresponde como presidenta del Consejo Universitario y rectora de la universidad más importante del Estado de México.
El descuido —o abuso— del trabajo político podría generarle malos resultados a la institución.